El 15 de enero de 2022, un volcán[1] situado en la nación de Tonga, en Polinesia, entró en erupción. A priori, esta sería una más de las incidencias de tantos volcanes como hay en la Tierra, de los que unos 1.500 están en activo. Pero no fue una más. El volcán era submarino. Vean su ubicación.
Tonga on the globe (Polynesia centered) – Geografía de Tonga – Wikipedia, la enciclopedia libre
La erupción del Hunga Ha’apai fue captada a nivel del mar por Taaniela Kula/TGS. Una pluma de 5 Km. de anchura se elevó 18 Km. sobre el nivel del mar, expandiéndose en un radio de 240 kilómetros desde el volcán.
El espectáculo fue sobrecogedor, sobre todo porque la pluma no salía de un cono volcánico, como estamos acostumbrados a ver, sino directamente de las aguas.
https://matangitonga.to/2022/01/15/tongan-geologists-stunning-Jan14eruptions
El terrible espectáculo de la erupción fue grandioso y resultó captado por los satélites de la NASA, en concreto el GOES-17. La erupción produjo un leve tsunami sin mayor trascendencia que incidió en Tonga, Fiji, otros países de Polinesia y otros más con costas en el Pacífico, de manera prácticamente imperceptible.
https://www.nasa.gov/feature/jpl/tonga-eruption-blasted-unprecedented-amount-of-water-into-stratosphere Imagen del NASA Earth Observatory, por Joshua Stevens. Cortesía de NOAA[2] y NESDIS[3].
Cuando la erupción tuvo lugar, las estimaciones de los expertos fueron que se había emitido hacia la atmósfera un total de 45 millones[4] de toneladas métricas de agua[5], llegando parcialmente hasta la estratosfera. Sin embargo, nuevas investigaciones afirman que, en realidad, la emisión a esa parte de la atmósfera fue de 145 millones de toneladas métricas[6], más del triple de lo considerado inicialmente[7].
El Honga Tonga inyectó la mezcla de gases a la estratosfera, zona en la que el aire frío permanece bajo capas de aire cálido menos denso. Como apenas hay turbulencias que agiten el sistema, la perturbación producida puede durar muchos años. En lo relativo a cuantificaciones, la erupción incrementó el contenido de vapor de agua en la estratosfera en algo más de un 10%. Vean.
Ryan Maue on Hunga Tonga-Hunga Ha’apai Submarine Volcano. • Watts Up With That?
Creo que este es un buen momento para hablar de la atmósfera. Primero, establezcamos sus límites, con especial hincapié en las dos primeras capas, que son las que nos interesan a efectos de analizar la erupción[8].
La troposfera es la capa más cercana a la Tierra y abarca la superficie terrestre hasta una altura media de 12 kilómetros; unos 17 kilómetros en las regiones ecuatoriales y cerca de 9 kilómetros en polos. En los trópicos puede tener una altitud de hasta 20 kilómetros. Contiene aproximadamente cuatro quintas partes del aire del planeta, y es en ella donde se produce el clima que afecta a los seres vivos, incluyendo los fenómenos atmosféricos[9].
La temperatura del aire en la troposfera disminuye en función de la altitud. La razón es que el sol calienta la superficie terrestre y ésta calienta la parte inferior de la troposfera. De manera similar, la cantidad de vapor de agua suele disminuir a mayor altura; es mayor cerca de la superficie. La región limítrofe de la troposfera que la separa de la estratosfera se llama tropopausa. Ahí la temperatura no experimenta variaciones con la altura.
Como saben, la estratosfera se halla separada de la troposfera por la tropopausa. Esta capa contiene un 19% de los gases atmosféricos, pero muy poca cantidad de vapor de agua. Su altura, del mismo modo que en el caso de la troposfera, varía según la región de la superficie terrestre. Normalmente, se encuentra entre los 10/13 y los 50 kilómetros de altitud, pero en los polos comienza a partir de los 8 kilómetros. Su temperatura es más cálida que la de la troposfera debido a que la capa de ozono absorbe un 97-99 % de la luz ultravioleta del Sol. La capa de ozono bloquea los rayos solares e impide que lleguen a los seres vivos. A pesar de su calor, en su base presenta una temperatura sumamente fría, de hasta -80 °C.
Todos sabemos que la erupción de Honga Tonga fue inusual[10]. Las erupciones volcánicas expelen SO2 a la estratosfera, creando un velo que enfría el ambiente y dura entre 1 y 2 años[11]. Pero Hunga Tonga solo expelió el 2% del SO2 que el volcán Pinatubo proyectó en su erupción, lo que significa que, a diferencia de otras erupciones[12] de su porte, ésta fue extremadamente baja en contenido de dióxido de azufre. Por esa razón, Investigadores asumen que llevó a un enfriamiento global de sólo 0,004°C en 2022. A cambio, inyectó mucho vapor de agua[13], el más conocido y con mucho el más abundante gas de efecto invernadero.
El vapor de agua que ha llegado a la estratosfera permanecerá allí durante muchos años[14]. En función de ese hecho, los hay que afirman que el calentamiento global causado por Hunga Tonga sería significativo.
Utilizando reconstrucciones del clima global, Stuart Jenkins[15] y sus colegas calcularon la variación mensual en el balance energético de la Tierra causada por el vapor de agua y llegaron a la conclusión de que podría incrementar la temperatura global hasta 0.035°C en los próximos 5 años[16]. Esta es una anomalía relevante para un acontecimiento único, pero no excede del nivel de ruido[17] habitual en el sistema climático.
El estudio mostró, adicionalmente, que parte del calentamiento que se ha constatado ha sido causada por anomalías naturales. Entre ellas se puede hablar desde el fenómeno de El Niño en el Océano Pacífico hasta los masivos incendios forestales en Siberia.
Como ve el lector, hay aspectos de los fenómenos climáticos en los que los científicos involucrados se muestran esencialmente de acuerdo y otros en los que predominan las discrepancias. Es normal, la Ciencia nunca está cerrada[18]. Hipótesis de uno y otro lado se pondrán a prueba, se confrontarán con las observaciones y los datos y ello las llevará a ser aceptadas, siquiera sea temporalmente, hasta que nuevas observaciones las pongan en cuestión. Esto funciona así. Es el método científico.
Es difícil establecer si el vapor de agua del Honga Tonga radicado en la estratosfera contribuirá al efecto invernadero, en qué cantidad y durante cuánto tiempo. Es un asunto científico, que se irá decantando con el paso del tiempo y sobre el que nunca habrá consenso[19], como debe ser. Decenas de científicos, agrupados en organismos e instituciones, se enfrentarán al fenómeno.
Nada científico sino por completo político es, sin embargo, el conjunto de irrisorias afirmaciones que el secretario general de la ONU lanza casi a diario, desesperado porque las cosas no avanzan como él quisiera para sí y los suyos, deseosos de acumular el poder global[20] y con él, los recursos asociados. Ya quedaba retratado aquí https://joseramonferrandis.es/mentiras-mentiras-mentiras/ pero no ceja. Y aún le restan tres años y cuatro meses en el puesto.
Si quieren reírse un rato, escuchen. https://youtu.be/JizXBZLWvfQ
Guterres no dice una sola verdad a lo largo de su afortunadamente breve deposición. La conclusión inevitable a corto plazo es ¡Ojo al bolsillo! A medio y largo plazo, la cúpula de la ONU quiere hundir a los países de Occidente. No está sola en ese empeño. Los lideres de muchos de los países occidentales le acompañan en el esfuerzo, de todo punto suicida, arbitrando medidas de depresión de nuestras economías, de encarecimiento de la energía, de dependización de los recursos alimenticios de terceros y de permisividad (cuando no inducción) con la descomposición de las sociedades. La punta de lanza de este movimiento es el espantajo climático.
Esta que personifica Guterres es la forma en que NO podemos enfrentarnos a realidad alguna. Si, además, se trata no de una realidad sino de una tramoya ridícula, ni les cuento. Prepárense para la actuación de la claque mediática habitual.
Parece que ya se sabe el porqué de la histeria de Guterres. Todos sus esfuerzos no están sirviendo para gran cosa y los nervios le pueden. Vean el rechazo social. En este enlace Climate Change Weekly #478: Backlash, Polls Confirm Climate Change Is Low-Priority Issue • Watts Up With That? aparecen los resultados de una encuesta muy reciente. Es interesante leer el contenido de la noticia, pero por si andan cortos de tiempo, la imagen de más abajo resume la situación.
¡Acabáramos!
[1] Denominado Hunga Tonga, aunque localmente es conocido por Hunga Tonga-Hunga Ha’apai.
[2] NOAA por National Oceanic and Atmospheric Administration https://www.noaa.gov/
[3] NESDIS por National Environmental Satellite Data, and Information Service https://www.nesdis.noaa.gov/
[4] Por ponerlo en comparación, eso es agua suficiente para llenar más de 58.000 piscinas olímpicas. Tonga Eruption Blasted Unprecedented Amount of Water Into Stratosphere • Watts Up With That?
[5] No sólo fue agua. Inyectó además el habitual cóctel de cenizas, gases y roca pulverizada en el cielo. Sin embargo, es el vapor de agua el ingrediente que puede crear preocupaciones relacionadas con el clima.
[6] https://i0.wp.com/wattsupwiththat.com/wp-content/uploads/2023/07/image-142.png?ssl=1
[7] https://twitter.com/RyanMaue/status/1682594606548910080
[8] Mesosfera, termosfera y exosfera son las tres capas exteriores, que no analizaremos.
[9] La troposfera se define asimismo por ser la región donde tiene lugar el tiempo atmosférico. Por la misma definición, no hay tiempo atmosférico ni clima en la estratosfera. El concepto de “tiempo atmosférico” queda restringido a la troposfera, así que la estratosfera no tiene ni tiempo atmosférico ni precipitaciones.
[10] Las erupciones volcánicas no suelen inyectar agua en la estratosfera. En los 18 años en que la NASA ha estado midiendo, sólo otras dos erupciones, la de 2008 del Kasatochi (Alaska) y la de 2015 del Calbuco (Chile), lanzaron cantidades apreciables de agua a esa altitud. En el caso que nos ocupa, el vapor de agua inyectado por Tonga podría permanecer varios años en la estratosfera. La persistencia de gases volcánicos en la estratosfera depende del tipo y cantidad de gases expelidos, la duración y altitud alcanzada por le erupción y la latitud del volcán. Una vez allí, el SO2 puede enfriar la atmósfera, reaccionando con el agua para formar gotitas de ácido sulfúrico Volcanic gas – Wikipedia. La erupción tiene que ser fuerte, y la columna ascender mucho, para ingresar en la estratosfera Climate Cooling | Volcano World | Oregon State University…”
[11] La molécula de vapor de agua es muy ligera. Si la de SO2 tarda un par de años en desaparecer, la de vapor de agua se demora más en hacerlo.
[12] Las erupciones volcánicas masivas tipo Krakatoa o Pinatubo enfrían típicamente la Tierra lanzando a la atmósfera gases, polvo y ceniza que reflejan la luz (y el calor) incidente de vuelta al espacio Como Tonga apenas inyectó aerosoles, pero sí vapor de agua, puede crear un efecto calentamiento pequeño y temporal. Como la estratosfera es una capa de la atmósfera que ofrece muy pocos flujos verticales, y por tanto escasa mezcla de gases, los gases volcánicos inyectados en la estratosfera persisten durante largo tiempo desplazándose horizontalmente.
[13] Luis Millán, científico de la atmósfera en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA en California del sur, dirigió un estudio sobre el vapor de agua que Tonga inyectó en la estratosfera, publicado en Geophysical Research Letters, Se estima que la erupción del Tonga envió casia 4 veces la cantidad de vapor de agua de la referida a la erupción del Monte Pinatubo en las Filipinas en 1991.
[14] Hay discrepancias en cuanto a la duración de la permanencia del agua en la estratosfera. Según un estudio publicado en Nature Climate Change, el agua permanecerá, “contribuyendo al calentamiento global”, cinco años.
[15] Stuart Jenkins | University of Oxford Department of Physics
[16] Tonga Eruption May Temporarily Push Earth Closer to 1.5°C of Warming – Eos
[17] Se refiere a la variabilidad inexplicable dentro de una muestra de datos.
[18] A pesar de las manifestaciones en ese sentido que en su día profirió el ínclito político del clima Al Gore, cuyos acólitos repiten episódicamente, sin convicción y presos de lleno en el error.
[19] Si hay consenso, no es Ciencia. Si es Ciencia, no cabe el consenso.
[20] Véase esa grotesca elaboración de nombre Agenda 2030.