Estoy seguro, lector, de que está usted interesado en las circunstancias que afectan al devenir del mundo. Cuanto nos rodea tiene interés en sí mismo, pero también por las consecuencias que puede depararnos.
Un de los asuntos más representados por tierra, mar y aire es el relativo a la temperatura de la atmósfera, concepto que es de carácter global y, por tanto, inasible por percepción personal individual (tan local y desmemoriada). La forma más habitual de informarse, entonces, es a través de los medios de comunicación de masas, básicamente porque resultan universalmente accesibles y suelen ser multifacéticos.
Por lo general, esos medios no profundizan mucho en la descripción de los fenómenos, prefiriendo por lo común una exposición que enganche al lector, oyente o espectador del medio de que se trate. Cuanto más impactante sea el suelto, mayor interés despertará y superior será el éxito alcanzado en la comunicación. Y si se puede introducir un gráfico (ahí, los audios pierden pie), eso es el summum, pues evita textos/discursos largos y llega a impresionar rápidamente al que lo contempla.
Al hablar de temperaturas, muchos medios, los que difícilmente tratan de separar el trigo de la paja en su militancia irrestricta, utilizarán un gráfico que represente el método de las anomalías de temperaturas[2]. Por lo visto, el que más se utiliza es éste. Se trata de un índice de temperaturas en la tierra y en el mar, que se extiende entre 1880 y 2021, donde la línea negra representa la media anual y la roja, la regresión local suavizada[3].
New WUWT Global Temperature Feature: Anomaly vs. Real-World Temperature – Watts Up With That?
Al observador no muy avezado le parecerá que la temperatura se eleva tremendamente y que vamos de cabeza al desastre. O a donde sea, pero más calentitos. Y el caso es que ese espectador, en realidad, no percibe el clima como algo referido a anomalías mensuales o anuales, sino día a día[4]. Y en alguno de esos días se producirá, con carácter local, un récord[5] de frío o de calor[6].Si el observador se halla en ese punto, lo percibirá. Si no, no lo notará.
En realidad, esta paparrucha del cambio climático no es sino un constructo. Empezó con el infame y doloso cocinado del Palo de hockey[7]y sigue a diario con el mismo fin: engañar al ciudadano y hacerle creer que las temperaturas suben, que si eso ocurre es por cupa del CO2 de origen humano y que hay que parar la máquina económica occidental[8] para evitar el desastre.
Así que se exponen gráficos que no mencionan elementos fundamentales, como por ejemplo los El Niño[9] que han afectado a las temperaturas en todo el mundo. Al alza. Y como los gráficos no recogen elementos vitales como ese, pues hay que producir otros que permitan entender los datos con claridad y sin distorsiones.
Veamos cómo se puede expresar la evolución de las temperaturas de manera que el observador no sea engañado por gráficos incompletos o sesgados. El responsable de la web mencionada (Anton Watts) insertará en ella a partir de ahora dos gráficos correlativos.
Aquí aparece el gráfico alarmista, que toma en consideración una temperatura “normal” de la Tierra de 57,2 °F, a la que se suman a capón a las anomalías de la NASA GISS para obtener las temperaturas absolutas.
New WUWT Global Temperature Feature: Anomaly vs. Real-World Temperature – Watts Up With That?
Acto seguido y justo inmediatamente después, se elabora otro gráfico basado en los datos de la University of Alabama Huntsville (UAH) y de la U. S. Climate Reference Network gestionada por la NOAA[10]. El autor ha seleccionado un rango entre -20° F (unos -29°C) y 120°F (que son unos 49°C) como límites superior e inferior.
New WUWT Global Temperature Feature: Anomaly vs. Real-World Temperature – Watts Up With That?
Como se puede ver, ambos gráficos vienen encabezados por lo que se muestra en ellos. Bien claro está. Y cuando uno ve la evolución de las temperaturas en los últimos 140 años, no hay alarma alguna. Entonces, vaya por Dios, el cambio climático ya no es lo mismo, ciertamente.
Esta es la historia que les quería contar.
Y todo esto es así si aceptamos que los datos que se utilizan para los cálculos son los que realmente son (la temperatura de la atmósfera) y no están corrompidos. De eso hablaremos en breve.
[1] Este texto sigue fielmente el siguiente de Anton Watts https://wattsupwiththat.com/2023/03/12/new-wuwt-global-temperature-feature-anomaly-vs-real-world-temperature/
[2] https://scied.ucar.edu/image/measure-global-average-temperature-five-easy-steps
[3] https://data.giss.nasa.gov/gistemp/graphs_v4/ El gráfico es del Goddard Institute of Space Studies (GISS) de la NASA. Muestra las temperaturas medias anuales desde 1880.
[4] Uno puede ser frío, el otro cálido, el otro no presenta sensaciones especiales.
[5] Los récords se presentan como consecuencia del llamado “cambio climático”, cuando no son más que consecuencia de variaciones naturales del clima. De la misma manera que siempre habrá ricos y pobres (no se empeñen en lo contrario, siempre. Es un asunto estadístico), siempre habrá récords que se rompen, al alza o a la baja.
[6] Apuesto a que el lector se habrá percatado a estas alturas del partido que los récords de temperaturas al alza son trompeteados y los de temperaturas a la baja son silenciados.
[7] A no mucho tardar hablaremos de ese fraude.
[8] Reparen en eso, por favor: sólo la occidental.
[9] Estoy seguro de que el lector sabe a qué me refiero con El Niño, pero si por desventura no fuera el caso, sugiero la lectura de un libro bastante completo donde el fenómeno de El Niño aparece explicado detalladamente. Me consta. https://www.unioneditorial.net/libro/crimen-de-estado/
[10] National Oceanic and Atmospheric Administration de los EEUU.