Durante la tercera semana de enero de 2023 se ha reunido en Davos (Confederación Helvética) la trigesimoquinta reunión anual del llamado World Economic Forum (WEF), agrupación no gubernamental que acostumbra concitar la presencia de grandes plutócratas encabezados, como desde 1971, por el alemán Klaus Schwab. En su Consejo de Administración hay gentes como las que ven al pie[1]. Siempre son lo más granado; rotan y son precedidos y reemplazados por sus equivalentes en el Olimpo[2] de las finanzas y las empresas que facturan más de $ 5.000 M/año. Pueden echar un ojo aquí.[3]
Vamos a obviar los detalles del magno evento referidos al entorno. Son poco edificantes, cierto, pero secundarios[4]. Nos concentraremos en los contenidos, pues ello nos permitirá ver entre la abundante hojarasca que se fabrica y dispersa al objeto de que la finalidad última de la organización quede en la penumbra. Esos contenidos se vertebran en torno a un informe referido a los riesgos que nos acosan[5]. Son 98 páginas en total. Hay también una pléyade de estudios complementarios, con miles de páginas que versan sobre los asuntos más diversos[6]. Son parte de la farfolla, de gran calidad formal. Formal.
Si leen el Informe de Riesgos, pueden ver la metodología que ha utilizado la organización. Se realizaron 1.200 entrevistas a sendos expertos de 121 países pidiendo 5 respuestas (Visión general, Severidad, Consecuencias, Preparación y aspectos cualitativos) sobre 32 riesgos distintos, que la organización preparaba de antemano y sometía a los encuestados.
Los resultados fueron agrupados, ordenados y distribuidos en tres capítulos: Riesgos hoy hasta 2025, Riesgos hasta 2033 (subtitulado “las catástrofes del mañana”) y Lucha por los recursos[7]. Como ven, natural y nada orientado.
Les ahorro detalles. Pueden imaginar que el presente es horroroso, el futuro inmediato, ominoso y el que se halla a 10 años vista, apocalíptico. No podía ser de otra manera. Si no fuera así, ¿cómo podrían los plutócratas presentarse como nuestros salvadores, siempre de la mano de los organismos de Naciones Unidas y los apesebrados gobiernos de Occidente? Hay que montar el tinglado adecuadamente. Y hecho eso, urgir a actuar como ellos digan[8].
Uno podría pensar que este montaje, dados los recursos con los que cuenta la organización, estaría niquelado. Pero no lo está. Por ejemplo, llama poderosamente la atención que el gráfico en el que refulgen las respuestas recibidas sobre el sedicente cambio climático refleje un más que moderado interés por ese asunto, desmontando así la farsa reiterada con que nos obsequian cada día. Lo pueden ver en la página 10. No obstante ese pinchazo, dan en el texto una importancia capital al monotema, como estaba previsto. Sin el cambio climático, con todo su dinero, no son nadie.
Como el texto analizado es largo, veremos tan sólo algunos de los riesgos que presenta el futuro del mundo al parecer de la organización, ordenados por su gravedad. Sólo miraremos los que operan a dos años vista, porque en enero de 2024, el panorama cambiará: siempre ocurre, tanto por los cambios que se generan por la propia naturaleza de las cosas como porque los intereses de quienes financian a los redactores del texto sean otros.
Riesgo 1: Carestía de la vida. Se refiere a las presiones inflacionistas. Es inverosímil encontrarse con ese aserto en un texto como éste. Tras 10 años de represión financiera y una extraordinaria floración de herramientas orientadas a estimular la economía vía aumento desmesurado de la liquidez y descenso de los tipos de interés formales y reales por debajo de cero, ahora se sorprenden de que la inflación, por fin, se encuentre entre nosotros. Lo de la macroeconomía les debe ser ajeno. O serán neoneokeynesianos, quién sabe. Es como si nunca hubieran vivido episodios de inflación mucho mayores que éste. Adanismo en estado puro.
Riesgo 2: Desastres naturales y eventos meteorológicos extremos. Sorpréndanse si les parece bien. Tras indicar en el encabezamiento que éste es uno de los riesgos más altos y severos que nos esperan, ¡no lo desarrollan en el texto! En el fondo, no es tan raro: no hay más desastres naturales ahora que antes, y sí hay MENOS eventos extremos ahora que antes. Está perfectamente documentado con estadísticas de décadas. Lo saben. Y callan: lanzan la piedra y esconden la mano[9]. En lugar de hablar de desastres naturales crecientes, se dedican a hablar del aumento del riesgo de impago de la deuda pública. ¡Y publican ratios inferiores a los que ha habido en un pasado reciente! O son unos genios, o el coordinador general del texto es un manazas.
Riesgo 3: Confrontación geoeconómica. Con esto se refieren a las consecuencias de la guerra imperialista que Rusia desató el 24 de febrero de 2022 contra Ucraina. Les preocupan las consecuencias geoeconómicas (si me permiten el palabro), no las consecuencias de muerte, devastación y miseria que la guerra en sí lleva consigo. Les preocupan las sanciones, las desinversiones y la guerra comercial. Hay mucho dinero en Rusia, ya sabemos. Luego aparece no tanto la pelea por los semiconductores cuanto la seguridad en los suministros. Bien visto. Efectivamente, esta dinámica tiende a romper la alegre y confiada situación de los últimos setenta años, la que prevaleció durante la Pax Americana. La responsable de la ruptura es la RP China, pero el texto no lo menciona. También hay mucho que perder en la RP China, en efecto.
Riesgo 4: Fallos en la mitigación del cambio climático: Ustedes me excusarán que suba el diapasón del palabro, pero la mera insistencia en la idiotez y la mentira lo merece. Es como la reiteración en las faltas de un futbolista mejorable: su sola insistencia en la dureza debe abocar a tarjeta amarilla. No hay responsabilidades humanas (ni siquiera humanas occidentales) en el calentamiento experimentado por la atmósfera terrestre durante el Siglo XX, así que cuanto antes se deje de mentir al respecto, mejor. Ustedes recordarán la historia del Rey Canuto[10] (Knut, en noruego) el Grande, rey de Dinamarca, Inglaterra y Noruega. Para demostrar a su Corte que ni siquiera él era capaz de alterar el devenir de las mareas, ordenó a las olas que retrocedieran. No lo hicieron y le mojaron. La Naturaleza está por encima de los poderosos. A ver si se enteran.
Riesgo 5: Erosión de la cohesión social y polarización. Hombre, a españoles expertos en soportar a un Zapatero que confesaba que “un poco de tensión nos viene bien”, a un Torra que recomendaba a sus morlacos eso de “empujad, empujad”, a un Arzallus que exoneraba a sus “chicos de la gasolina” mientras recogía las nueces y a un doctor en Economía que está desmantelando las instituciones del Estado por el procedimiento de invadirlas (hay que ver cómo son estos progres), qué nos van a contar sobre polarización. Esto de descubrir el Mediterráneo, es lo que tiene.
Riesgo 6: Daños medioambientales a gran escala. Ningún desarrollo en el texto. Normal. Son los daños de siempre, sin mayor peso relativo.
Riesgo 7: Fracaso en la adaptación al cambio climático. No se puede fracasar en lo que no existe, más allá de los ciclos habituales. Hay mención en el titular, pero no la hay en el texto.
Riesgo 8: Cibercrimen y ciberseguridad generalizados. Tampoco se desarrolla en el texto, sino en el correspondiente a “Catástrofes del mañana”, desde 2025 a 2033. Y no será porque no se vea claro hoy, pero sus razones tendrán para obviarlo.
Riesgo 9: Crisis de recursos naturales. Esto aparece en otras áreas del texto, pero no donde debiera por su taxonomía. Aparece en “Las catástrofes del mañana[11]”. Vale la pena detenerse[12] en el tratamiento que reciben cinco metales y el agua. Y es que la aproximación no resalta su escasez, como es usual en la habitual confusión de los neomalthusianos, sino de concentración, reparto y confrontación. Imagínense que los adalides de las energías renovables pusieran en solfa la oferta de cobalto, grafito, litio, níquel y platino. Sería tanto como matar la gallina de los huevos de oro. Son malvados, pero no tontos. En cuanto a la escasez de agua potable, sitúan a Arabia Saudita en el mapa de los países con menor disponibilidad de recursos hídricos[13]. Igual es que no han consultado a un conocedor de ese país, cuyas necesidades – y enorme despilfarro – están cubiertas al 100% por desaladoras. Igual es que ni habían pensado que ese engendro desalinizador existía. Y el caso es que han consultado a 1.200 expertos …
Riesgo 10: Migración involuntaria a gran escala. ¡Hombre, qué boda sin la Tía Juana! La hipótesis la conocemos: es el cambio climático quien provoca las grandes hambrunas (falso. Las provocan gobiernos criminales) y es el cambio climático el que induce las grandes migraciones. Pues es también falso. Sí, lo ha dicho Al Gore, pero sólo eso bastaría para estar seguros de que es otra mentira de este afamado gurú y, por ende, las migraciones lo son por razones ajenas al clima en su mayoría. Cierto es que, en el pasado (hace unos 1.000 años), Groenlandia tornó blanca y helada y sus pobladores hubieron de emigrar[14]. Cierto que la ya mencionada Arabia Saudita era verde y húmeda hace 10.000 años, pero dejó de serlo (por algún cambio climático, sin duda). Del Sáhara, qué les voy a decir que no sepan. Estos cambios del clima, que han ocurrido siempre y seguirán haciéndolo, generan consecuencias. En nuestros días, el injustamente afamado político norteamericano antes mencionado ha afirmado que la emigración de nacionales sirios lo era por el cambio climático, que la guerra es una fruslería. Y así todo.
Terminemos. Supongo que han leído Ustedes las histéricas intervenciones del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, aludiendo a que “estamos inmersos en un horror climático”, o “habrá un incremento de 2,8°C” (sin precisar). Esta gente está de sobra. Intentan esparcir el miedo para paralizar a las poblaciones, comprar voluntades e imponer agendas[15]. Son muy flojitos, aunque dispongan de recursos financieros casi ilimitados.
Este ha sido apenas un vistazo reflexivo sobre un evento perfectamente prescindible, al que no obstante su inanidad debemos hacer frente. Mirar hacia otro lado sólo aseguraría nuestra sumisión.
Puesta la lupa en el contenido de sus proclamas, resulta que son una porquería desde una perspectiva técnica. El resto ya sabemos lo que es.
Y sin embargo, no dudarán ustedes, a estas alturas, acerca de quién va a ser la oveja muerta[16].
[1] El FEM está presidido por su fundador y presidente ejecutivo Klaus Schwab y cuenta con la asistencia de una Junta Directiva compuesta por personalidades empresariales, políticas, económicas, académicas y de la sociedad civil, como Chrystia Freeland, Kristalina Georgieva (FMI: “En 2030 no tendrás nada y serás feliz”), Al Gore, Christine Lagarde, Yo-Yo Ma, la Reina Rania de Jordania o L. Rafael Reif.
[2] Puesto que ellos se creen como dioses. Tendrán su mismo final, lógicamente.
[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Foro_Econ%C3%B3mico_Mundial
[4] Habrán leído al respecto, sin duda. Pueden refrescarlo aquí: https://www.elconfidencial.com/medioambiente/clima/2023-01-21/davos-foro-economico-mundial-cambio-climatico_3560495/ – https://www.vozpopuli.com/opinion/la-estafa-davos.html – https://www.fpcs.es/davos-el-gran-enemigo-de-la-libertad/ – https://www.libremercado.com/2023-01-21/asi-contaminan-las-elites-que-acuden-a-davos-a-sermonear-sobre-sostenibilidad-6977931/ – https://www.libertaddigital.com/opinion/2023-01-18/santiago-navajas-plutocratas-estadistas-y-hetairas-en-davos-6977082/ – https://wattsupwiththat.com/2023/01/22/barry-brill-for-billionaires-climate-lobbying-is-hot/
[5] WEF_Global_Risks_Report_2023.pdf (weforum.org)
[6] Aunque lo tienen a su disposición en la web de la organización, subrayo algunos: Clima, Ciudades, biodiversidad, Cooperación versus competencia, Agricultura, Petróleo, Arbolado, Amazonas, Banco Central Europeo, Energía nuclear (perdonada y bienvenida, ¡cosas veredes!), Family Planning Services (¿saben qué es esto? Aborto a discreción), Automoción, Longevidad (“La gente no está preparada”. Eutanasia, claro). Hay centenares de trabajos, pues mucho es el dinero disponible.
[7] Anticipando lo que los autores llaman policrisis, es decir, crisis poliédricas, derivadas de la escasez práctica de recursos naturales. Mencionan el agua, los alimentos, la energía, y distintos minerales (cobalto, grafito, litio y platino: vamos, los que se utilizan en la fabricación del vehículo eléctrico que estos cantautores nos quieren vender como sea), como luego veremos.
[8] “Some of the risks described in this year’s report are close to a tipping point. This is the moment to act collectively, decisively and with a long-term lens to shape a pathway to a more positive, inclusive and stable world”.
[9] Típica acción hipócrita, pero no la única en Davos. Mientras propugnan de palabra la reducción de emisiones de CO2, utilizan aviones privados hasta para los menores desplazamientos. Mientras sugieren que el resto del mundo coma insectos, ellos siguen con su habitual dieta de gente con recursos. No se privan de nada. Menos mal que no propugnan la castidad, porque la riada de prostitutas que se desplaza cada año a Davos les desmentiría en el acto. Con perdón. Hay analistas que llaman a esto disonancia cognitiva. No se despisten: es pura cara dura. La ley del embudo. Hoy por mí y mañana por mí.
[10] 994/1035
[11] Porque, evidentemente, el mañana se presenta como inevitablemente desastroso dentro de la estrategia de estas gentes.
[12] Y también fijarse en el gráfico de la página 41, en la que el circulo verde referido a la crisis de recursos naturales aparece en su escasa dimensión, que los redactores del texto amplifican.
[13] Efectivamente, es un gran país sin ríos y un acuífero que está contaminado y recede.
[14] Ya saben: emigrar, salir de un lugar. Inmigrar, llegar a un lugar.
[15] Hay una frase de H.L. Mencken que viene a cuento: “El único objetivo de la política práctica es mantener al populacho alarmado (y por tanto deseoso de ser llevado a la seguridad) amenazándoles con una serie interminable de males, todos ellos imaginarios”. Henry Louis Mencken fue un periodista, ensayista y crítico norteamericano (1880 – 1956).
[16] Referido al aforismo español tradicional: “Reunión de rabadanes, oveja muerta”. Alguien paga al cabo, y siempre es el débil.