La energía debe ser limpia, barata y abundante. Y la reina de las energías, la eléctrica, más si cabe. Este es un axioma. Un punto de partida para el análisis que no puede ser obviado.
Limpia para que no contamine o lo haga lo menos posible. Barata para que toda la población de todos los países pueda hacer el uso que precise de ella. Y abundante para que la demanda se vea satisfecha.
La energía ha sido y es la clave del desarrollo económico. Siempre y en todo lugar. Aquéllos que disponen de ella medran y viven cada vez mejor, que es el corolario lógico del mandato divino[1].
En los años transcurridos tras la II Guerra Mundial, a lomos del nihilismo y del socialismo, se ha venido haciendo cada vez más poderosa una nueva religión, que ha aprovechado el vacío dejado en Occidente por la católica, en franca descomposición tras y por el Concilio Vaticano II.
Esa nueva religión tiene como clave y objetivo no ya la salvación de las almas[2], sino la destrucción de Occidente, pero como eso vende poco y mal, exhibe maneras de cuidado del planeta en que vivimos[3]. Es autoritaria, excluyente y vengativa. Maneja enormes recursos económicos, que proveen los Estados. Se ampara bajo la ONU. Tiene sus santos, y si no tiene mártires es porque los que soportamos toda esta impostura no agredimos a quienes nos agreden.
Han acotado, gravado, marginado y pronto prohibido la utilización de combustibles procedentes de hidrocarburos. Dicen que, al emitir CO2 a la atmósfera, estaríamos[4] produciendo un fuerte calentamiento global y éste destruirá la Tierra. Alternativamente, aseguran, pronto produciremos todo lo que necesitamos solamente con energía eólica y solar.
Todo esto es falso. Lo pueden ustedes comprobar en este libro[5] y en las fuentes utilizadas. Se lo aseguro. Y también, que estos profetas del apocalipsis están consiguiendo que éste se materialice por la vía de la escasez, de los altísimos precios y de las fallas en el suministro. De gas natural, sobre todo, en quien descabelladamente se ha hecho el mayor énfasis, incluido el establecimiento de los precios de la electricidad.
Se acabó la seguridad energética. Ya no llega todo el combustible que se necesita. La Unión Europea se ha metido de hoz y coz en una política climática descabellada que ha sustituido a la política energética y como consecuencia, ha distorsionado el mercado. Tras renunciar a la energía nuclear y al uso del carbón, nos ha puesto en manos de terceros no fiables (Argelia, Rusia), o distantes, con capacidad insuficiente para sustituir al gas que Rusia ha cortado.
Al despertar, no sólo el dinosaurio seguía ahí[6], sino que se ha comprobado que las energías llamadas renovables (la única por completo renovable, fiable y barata es la hidroeléctrica, pero a los santones de la nueva religión no les gusta[7]) no nos van a dar lo que necesitamos y vamos a tener que reducir y encarecer nuestra producción industrial, perder el confort alcanzado en nuestras casas y dificultar el transporte personal y comercial. Todo ello, a un coste mucho más alto que hasta ahora. Y con un plazo de años hasta erigir las alternativas que nos den seguridad en el suministro e independencia energética, si lo conseguimos.
Estamos en manos de incompetentes (como poco) y/o de corruptos, pero en todo caso, de criminales, que con sus actos interfieren en nuestras vidas para hacerlas mucho más difíciles. Y como colofón, cobran de los impuestos[8] que con especial delectación incrementan incesantemente “por nuestro bien”. U obtienen del endeudamiento de todo tipo de instituciones, necesarias o no, de las que viven porque previamente las han ocupado. Da igual, pagaremos estas deudas actuales con impuestos futuros.
Tiene mal arreglo, de tener alguno.
Y ya bajando (en el mapa) a la piel de toro, si el lector cree que el partido de la alternancia – o del turnismo, como se decía en similares circunstancias a caballo de los siglos XIX y XX -, más conocido por Partido Popular, va a revertir esta situación, que se lo haga mirar. Como diría el genocida Stalin cuando recibió con un pantagruélico banquete en Moscú la llegada del llamado Oro de Moscú, “antes se verán los españoles las orejas que les devolveré el oro que nos enviaron”[9].
Madrid,22 de septiembre de 2022
[1] “Creced y multiplicaos, y llenad la tierra” (Génesis 1:28)
[2] Definitivamente eso no está en su agenda.
[3] El primer sistematizador de la Hipótesis Gaia y lo que ello supone fue James Lovelock. Matizó, pero el daño estaba hecho.
[4] Pero sólo en Occidente, ¿eh? A ver si se piensan que cuando queman hidrocarburos como el que más, chinos, indios, rusos, indonesios, nigerianos, brasileños y cualquiera que no sea occidental emite algo. No, ellos son angélicos y pueden seguir quemando carbón, derivados del petróleo, madera, gas … lo que quieran.
[5] “Crimen de Estado”. Ferrandis Muñoz, José-Ramón. Unión Editorial 2022. Madrid. España
[6] Es un cuento corto de Augusto Monterroso. De hecho, ya lo ha leído usted.
[7] En el caso de España, por estúpidas razones políticas.
[8] Que pagamos inevitablemente y que reducen nuestra riqueza y nuestra libertad.
[9] Esa afirmación evidencia que los soviéticos se quedaron con el oro por la cara. Si la entrega del oro hubiera sido el pago por armas, el dictador homicida nunca hubiera pronunciado el aforismo. Pero lo dijo. ¿Qué mejor prueba de la connivencia del criminal gobierno frentepopulista con los soviéticos que ésta?