Alemania es el país más grande en términos demográficos[1] y más rico en términos de PIB[2] de Europa y de la Unión Europea. Su convulsa historia desde su nacimiento como nación[3] ha tenido repercusiones en todo el globo, tal es su peso específico dentro de una Europa que entonces lideraba el mundo.
La Primera Guerra Mundial fue desencadenada por Austria-Hungría al invadir Serbia, pero alcanzó masa crítica y provocó la participación de la Gran Bretaña tras la invasión por parte de Alemania de la neutral Bélgica (y de Luxemburgo). La declaración de guerra de Alemania a Francia el 3 de agosto de 1914 terminó de alinear a los contendientes.
La Segunda Guerra Mundial fue provocada por el III Reich, estado imperial que albergaba un gobierno nacional socialista alemán. Se trataba de una guerra de conquista, muy similar en su concepción a la lanzada por la Rusia de Putin el 24 de febrero de 2022 contra Ucraina.
Finalizada la II Guerra Mundial de manera especialmente desastrosa para Alemania, la creación de la CECA y la Comunidad Económica Europea conjuró los eventuales riesgos de recidiva. Alemania entró en una dinámica de crecimiento[4] junto con sus vecinos y Europa Occidental ha disfrutado hasta hoy de casi 80 años de paz ininterrumpida, acontecimiento sin precedentes en este subcontinente.
Pero no nos adentremos tanto en la historia de Alemania cuanto en su presente. Este exordio viene a cuento de que lo que ocurre en Alemania afecta ineluctablemente al resto de Europa[5]. Y lo que pasa en Alemania hunde sus raíces en la política energética implantada durante los gobiernos de Angela Merkel (canciller de Alemania entre 2005 y 2021).
Todo empezó con la inquina antinuclear de los partidos y movimientos verdes alemanes, alimentados, sostenidos y financiados por la URSS desde hace décadas, cuyo objetivo era y es[6] acabar con la energía nuclear[7] en su propio país.
En los años 70 del Siglo XX, Alemania apostó por la energía nuclear, construyendo más de 30 reactores en su territorio. Tras el desastre de Chernobyl, el gobierno socialista decidió abandonar la energía nuclear así pasaran diez años. Al sobrevenir el tsunami de Fukushima[8], la Canciller Merkel[9], doctora en Ciencias Físicas, decidió cerrar las centrales nucleares en suelo alemán[10].
Las centrales fueron desconectándose paulatinamente, mientras el gobierno alemán (Merkel) hacía descansar la generación de energía eléctrica sobre eólica[11], solar[12], gas natural[13] y carbón, prohibiendo además el uso del fracking. De manera harto sorprendente, el mix energético alemán en 2022 vino encabezado de lejos por el carbón (propio y sudafricano, cuya importación se incrementó un 800%), seguido por la energía eólica, la solar, el gas natural, la biomasa (sic), la nuclear y la hidráulica. Una mezcla con ponderaciones claramente inadecuadas, cuyas consecuencias productivas no se han hecho esperar, como veremos a continuación. De momento, la quema de carbón ha motivado que las emisiones de CO2 en Alemania (¡sea anatema!) alcancen hasta 765 g/kWh, superiores en más de 200 g/kWh a las mediciones en la RP China. No es raro: el carbón ya supone el 45% en el total de la generación. En consecuencia, Alemania predica al mundo que es un adalid de la transición energética mientras incumple sus (grotescos[14], por lo demás) objetivos climáticos.
Con el Canciller Scholz al timón de un gobierno de coalición con Los Verdes[15], las tres centrales nucleares restantes[16] fueron cerradas el 15 de abril de 2023[17] (a pesar de que las fechas de clausura de los reactores estaba prevista para 2034, 2035 y 2036). Eso se ha hecho tras la voladura de Nord Stream I y II, las dificultades de suministro de Alemania en un mercado del gas natural tensionado, y con cada vez mayor recurso al subóptimo y contaminante lignito marrón del que el suelo alemán es rico[18]. Pero no les queda otra. La estúpida estrategia seguida por Merkel y continuada por Scholz, en un país industrial como Alemania, les ha echado en brazos del carbón, que les da la seguridad de producción de energía que necesitan esencialmente. De los brazos de Putin al contaminante lignito. ¡Vaya recorrido!
Inevitablemente, la situación en Alemania empeora. Y ese es el objetivo, ciertamente[19]. Destruir la economía para hacerse con el país. Vieja aspiración. Alemania ya está en recesión, técnicamente hablando. La caída del PIB en los dos últimos trimestres consecutivos ha sido del 0,5% y del 0,3%[20].
Mientras tanto, aupado en su afán fundamentalista[21], el Ministro de Economía quiere prohibir las calefacciones de gas y gasoil desde 2024 en adelante[22]. Es su manera de entender la democracia y de no entender la Física. Una parte importante de la población alemana no podrá pagar ni la instalación de bombas de calor ni su uso regular, por un lado; la generación eólica o solar no podrá suministrar regularmente la energía necesaria, por otro. Pues le da igual. Es el poder por el poder. Hablando de Alemania, no sé, creo que me recuerda algo, realmente.
Y atención, porque se trata del Ministro de Economía[23]. Además de la inflación, del descenso de los ahorros, de la recesión, de las prohibiciones comunitarias (de la UE, refrendadas por Parlamento y Consejo) que se van a llevar lejos de la UE sectores productivos industriales enteros (cosa nada baladí), viene este tipo listo donde los haya y prohíbe la calefacción alimentada por hidrocarburos.
Y esto, en los hogares, porque la situación en la industria no es mejor. Tomemos el ejemplo de la siderurgia. La empresa Krupp Mannesmann ha anunciado[24] que será inevitable cerrar los altos hornos de la empresa en Duisburgo, localidad donde se hallan los segundos más grandes de Alemania. Krupp Mannesmann debe reemplazar los hornos entre 2025 y 2045 para poder utilizar cada vez más hidrógeno verde. Entonces, la relación coste/beneficio se hará insostenible. Y será así porque se estima que las pérdidas ascenderán a 2.000 millones de euros, lo que hará la producción imposible en un entorno de competencia. Así que habrá que cerrar la planta. 3.100 puestos de trabajo se irán con ella.
¿Qué se le ha ocurrido al ocurrente Ministro para hacer frente a esta perspectiva? Algo fácil, intuitivo … pero profundamente erróneo, inflacionista, injusto, insuficiente y deficitario[25]: Robert Habeck quiere reducir los precios de la energía que necesita la industria alemana por decreto (de momento, hasta 2030) evitando así que las empresas[26] huyan a países donde la energía tiene un precio sensato.
Por supuesto, tratándose de un iluminado de izquierdas, establecerá generosos subsidios, que pagará el contribuyente[27].
Hasta los europeístas más granados[28] avisan de la que se avecina. Que tengan por seguro que llegará, como llegó en Sri Lanka, donde[29] el gobierno prohibió los fertilizantes sintéticos en abril de 2021. Como era de prever, la producción de alimentos se desplomó y el país, predominantemente agrario, entró en quiebra e impagó la deuda externa. Las protestas generalizadas de ciudadanos hambrientos y desesperados (que asaltaron el palacio presidencial) obtuvieron la dimisión del gobierno. Quienes quieran ver las revueltas de los “chalecos amarillos” en Francia o de los agricultores en Holanda, que vean. El que quiera entender, que entienda.
Los costes de las políticas climáticas son insoportables. La pretensión de acabar con los combustibles fósiles es inviable y cara. Muy cara. Y está generando un caos en Occidente que no va a quedar impune.
Los políticos occidentales en su mayoría[30], las élites académicas, las instituciones multilaterales parecen estar presos del síndrome de María Antonieta. Ya se enterarán. Y si quieren, que repitan la habitual cantinela: “Esto, aquí, no puede pasar”.
El 26 de abril de 1986, a la 1:24:00 (hora de Moscú) tuvo lugar el peor accidente nuclear de la historia. Fue en el reactor número 4 de la central nuclear Vladimir Ilich Lenin, situada en Ucraina, en la población de Pripyat, junto a Chernobyl, no muy lejos de Kiev.
Todo empezó con unas pruebas de control de límites de seguridad que ya se habían efectuado tres veces en los cuatro años anteriores, aunque sin resultados concluyentes. Se trataba de averiguar[31]si era viable un procedimiento de control que simulaba un corte de energía eléctrica. Se quería saber si la circulación de agua de refrigeración en esas circunstancias continuaba en condiciones de seguridad hasta que entraran en funcionamiento los generadores eléctricos de respaldo. Parece sencillo[32], y hasta tonto. Pero no lo era, no lo fue, porque además el reactor era un RBMK[33].
A la 01:07 del 25 de abril comenzaron los preparativos para el experimento con la reducción gradual y programada del nivel de potencia del reactor número 4 de la central. A las 14:00, el sistema de refrigeración de emergencia del núcleo se neutralizó para evitar que la prueba se interrumpiera más adelante.
Entonces (y esta es una de las claves de la explicación del accidente) el regulador de la red eléctrica de Kiev pidió al operador del reactor de Chernobyl que mantuviera un mínimo de producción de energía eléctrica para satisfacer la demanda a que se enfrentaba[34]. Por tanto, el experimento se retrasó. A pesar de este retraso, los múltiples preparativos para la prueba que no afectaran a la potencia del reactor continuaron llevándose a cabo, incluyendo la desactivación del sistema de emergencia de enfriamiento del núcleo, destinado a proporcionar agua a la central en caso de una pérdida de refrigerante.
Todas estas acciones llevaron a una configuración inestable del reactor. A las 23:04, el regulador indicó que ya no necesitaba la potencia del 4ª reactor de Chernobyl para Kiev. A las 23:10 se reinició la reducción de potencia. A las 00:00 cambió el turno del personal de control de la central: los trabajadores experimentados[35] fueron reemplazados por jóvenes del turno de noche[36]. Este turno, además de ser inexperto y estar desinformado, disponía de muy poco tiempo para llevar a cabo el experimento. Durante el cambio de turno se redujo la potencia aún más.
A las 01:00 del 26 de abril, tras los laboriosos preparativos en los que se habían dado múltiples alteraciones de los parámetros de seguridad en términos de potencia, producción natural de xenón, inserción demasiado rápida por error de las barras de control de boro[37] e inestabilidad en el flujo de refrigerante, la potencia del reactor se mantuvo en 200 MW, pero con una configuración inestable, fuera de los márgenes de funcionamiento seguro establecidos por los diseñadores. Si el reactor entraba en supercriticidad[38], no se recuperaría de forma automática. Con todo, las órdenes eran las órdenes.
A la 01:23:04 comenzó el experimento; se cortó la electricidad a las turbinas para hacerlas funcionar por inercia. A la 01:23:40, un operador presionó el botón AZ.5[39] de emergencia, por lo que las barras de punta de grafito[40] de control de la reacción nuclear empezaron a entrar en el núcleo del reactor para detener el proceso[41]. A la 1:23:41, la computadora SKALA[42] registró el inicio de un SCRAM (apagado de emergencia) del reactor[43].
Tras varios avisos del sistema registrados a la 1:23:46, la 1:23:47, la 1:23:48 y la 1:23:49, a la 1:24:00 los desequilibrios registrados hasta entonces desembocaron en el sobrecalentamiento sin control del núcleo del reactor nuclear y en una o dos explosiones sucesivas, causadas por la formación de una nube de hidrógeno dentro del núcleo, que fueron seguidas por un incendio[44]. Las explosiones volaron la tapa del reactor nº 4, de 1.200 toneladas, y expulsaron grandes cantidades de materiales a la atmósfera, formando una nube radiactiva que se extendió por 162.000 km² en Europa[45]. La cantidad de dióxido de uranio, carburo de boro, óxido de europio, erbio, aleaciones de circonio y grafito expulsados[46] se estima fue unas 500 veces mayor que la liberada por la bomba atómica de Hiroshima.
Se inició una operación de emergencia para apagar el incendio, estabilizar el reactor[47], limpiar los residuos expulsados, descontaminar la zona y mitigar los efectos. Lo hicieron en total unas 600.000 personas, de las que los liquidadores, quienes se enfrentaron a la catástrofe desde el primer momento en el interior de a central, recibieron altísimas dosis de radiación[48]. 5.000.000 personas vivían en áreas contaminadas y 400.000 en áreas muy contaminadas. No existen trabajos concluyentes sobre la incidencia real, y no teórica[49], de este accidente en la mortalidad de la población.
Las consecuencias fueron terribles. Los datos al respecto son variables, como toda información procedente de la URSS. Se hablaba de 31 muertos en 15 días, que ascendieron a 63 en breve. Casi todos eran liquidadores. Luego hubo más, muchos más, pero un pesado manto de silencio cayó sobre Chernobyl.
La información sobre el accidente no provino de la URSS, sino de Suecia. En la central nuclear de Forsmark (a unos 1.100 km. de Chernobyl) detectaron radioactividad. Tras comprobar que no era suya, dedujeron (por los vientos dominantes) que venía de la frontera entre Ucraina y Bielorrusia, y dieron la voz de alarma. La noche del 28 de abril, el noticiario soviético Vremia se refirió de pasada al accidente. Mijail S. Gorbachov había decidido obviarlo, pero no pudo. El 14 de mayo lo reconoció. Era tarde: habían permitido desfilar a la población de Kiev el 1 de mayo, al aire libre, como si nada hubiera pasado. La vida debía seguir su curso … Eso retrasó las evacuaciones y la adopción de medidas.
Fue una pesadilla que bien se pudo haber evitado. Todo salió mal porque se permitió experimentar sin garantías. Y los errores cometidos, las circunstancias concomitantes y las órdenes prevalecientes hicieron el resto.
[1] 84.220.184 (2023, estimaciones. World Factbook)
[2] De acuerdo con datos del Banco Mundial, el PIB de Alemania en 2022 fue de $ 4.259.930 millones.
[3] Que fue el 18 de enero de 1871, coincidente con el establecimiento del II Reich.
[4] Recuérdese el “milagro alemán”, que comenzó en 1948 y situó a Alemania en una posición de privilegio en la industria mundial.
[5] Recuérdese el viejo aforismo del último tercio del Siglo XX: “cuando Estados Unidos estornuda, Europa se constipa”.
[6] Son partidos integrados por fanáticos ecologistas.
[7] Un referente claro para estas políticas fue el “accidente” de Chernobyl, que expliqué en la “Carta de los martes” cuyo extracto pueden ver, en cursiva, al final del artículo. Los soviéticos intentaban asustar a los demás con los problemas que ellos creaban y sufrían, mientras con la otra mano financiaban las actividades contra esa misma energía nuclear.
[8] También explicado en la “Carta de los martes” de fecha 3 de marzo de 2020, que pueden encontrar aquí https://www.unioneditorial.net/libro/cartas-de-los-martes/ No obstante, lo esencial es esto, que transcribo: “Seguramente recuerdan ustedes el maremoto que sufrió Japón el 11 de marzo de 2011. Un terremoto de grado 9,1 en la escala de Richter (logarítmica) provocó una enorme destrucción en parte de la costa oriental de Japón. No fue el movimiento de tierras sino el maremoto subsiguiente quien fue responsable de la totalidad de las muertes: 15.895 exactamente, además de 2.556 desaparecidos. Colateralmente, el agua inundó los motores diésel de refrigeración de la central nuclear de Fukushima y tres de los núcleos entraron en fusión, para posteriormente explotar y emitir contaminantes a la atmósfera y al mar.
Lo cierto es que nadie murió por el grave accidente nuclear, pero la alarma generada fue tal que el gobierno nipón decidió cerrar las centrales nucleares del país. No fue el único país en hacerlo. Alemania les ha seguido en esa deriva y se ha zambullido en un universo de costes que difícilmente superará.
[9] Angela Merkel (nacida Kasner) es hija de un pastor luterano (Horst Kasner) quien, al poco de nacer Angela en Hamburgo, donde vivía la familia, pasó a desarrollar sus funciones pastorales en Kitzow, al norte de Berlín (en la zona ocupada por la URSS), “aunque durante años se permitió a la familia cruzar libremente la frontera interalemana” (Wikipedia). Angela Kasner militó en la organización oficial de la juventud de la República Democrática Alemana (RDA), miembro del Frente Nacional. Inicialmente, esa era una organización juvenil comunista. En 1989, Kasner/Merkel (apellido de su primer marido) se sumó al creciente movimiento alternativo tras la caída del muro de Berlín y se unió al nuevo partido “Despertar Democrático” (Demokratischer Aufbruch). Tras las primeras elecciones democráticas en la RDA (18 de marzo de 1990), se convirtió en viceportavoz del nuevo Gobierno de Lothar de Maizière, que fue el último presidente del gobierno de la RDA. El 18 de enero de 1991, Merkel fue nombrada ministra para la mujer y la juventud en el Gobierno del canciller federal Helmut Kohl.
[10] El riesgo de tsunami en suelo alemán es prácticamente cero, no sólo porque no se encuentra en zona sísmica, sino porque las centrales no se hallaban junto al Mar del Norte o el Mar Báltico. Sin duda, el hecho de que los muertos por la catástrofe de Fukushima fueran CERO no debió influir en la decisión de cierre.
[11] Intrínsecamente intermitente, ineficiente y sujeta a períodos prolongados de reducción de la fuerza del viento. La sequía de viento de 2021 en Europa volverá a ocurrir.
[12] Alemania está en una latitud demasiado alta. Los paneles solares ya funcionan mal en verano, así que, en invierno, con pocas horas de insolación y cielos cubiertos, ni les cuento.
[13] Procedente de Rusia en su inmensa mayoría.
[14] También se puede afirmar que son Gretescos. Perdóneseme la paronomasia.
[15] Estos prefieren quemar carbón, que produce más CO2 por unidad de output que cualquier otro hidrocarburo, a seguir con las nucleares. Es estrictamente incongruente.
[16] Isar 2, Emsland y Neckarwestheim 2.
[17] Científicos del país (entre ellos varios premios Nobel) dirigieron una carta abierta al Canciller. Offener Brief – RePlanet (replanet-dach.eu) En vano. No es un problema de racionalidad.
[18] Las consecuencias políticas en el seno de la coalición de gobierno no se han hecho esperar. En un sondeo de primeros de abril, el 59% de los alemanes está en contra del abandono de la energía nuclear. Sólo un 34% ve correcta la decisión de Scholz.
[19] Traigamos a colación ahora las palabras de Fritz Varenholt, Doctor en Química, quien comenzó su carrera en la Agencia Federal para el medio ambiente en Berlín (como responsable de la industria química) antes de entrar en el Ministerio de medio ambiente de Hesse. De 1984 hasta 1990 fue secretario de Estado de medio ambiente. Entre 1991 y 1997 fue ministro de energía y medio ambiente en Hamburgo. Vean lo que afirmó en una entrevista en la TV alemana (5.10.2020): “los cada vez más estrictos requerimientos y objetivos de reducción de emisiones son locuras análogas a las que salían del sistema soviético de planificación y fracasarán también espectacularmente”. Pueden encontrar esta referencia y su ampliación en el libro https://www.unioneditorial.net/libro/crimen-de-estado/
[20] Datos del Banco Mundial.
[21] Quizá recuerden la divisoria que se establecía en los años 80 y 90 dentro del Partido Verde alemán entre Realos y Fundis (Realistas y Fundamentalistas). Ahora no hay diferencia: todos son fundamentalistas, a pesar de la realidad.
[22] Habeck quiere prohibir los sistemas de calefacción de petróleo y gas: ¡Ya en 2024! | Dinero | BILD.de
[23] Tampoco el Ministro Presidente de Baden-Württemberg, Winfried Kretschmann, se quedó corto en las recomendaciones. Nada de duchas (toallas húmedas en su lugar) y calentar sólo una habitación de la casa. Como en 1948. Quieren sumir a Alemania en la miseria. Energy Crisis: German Minister President Suggests Heating One Room in Winter Is Enough – Watts Up With That?
[24] https://wattsupwiththat.com/2022/12/11/germanys-krupp-mannesmann-steel-mill-in-danger-of-failing-due-to-financing-green-energy-costs/
[25] Germany considers electricity price cap to support industry – DW – 05/05/2023
[26] Los subsidios cubrirían al menos el 80% del consumo energético de industrias energía-intensivas como las químicas, el acero y la manufactura de vidrio.
[27] Germany Opens the Door to High Inflation, with an 80% Green Energy Bill Subsidy Proposal – Watts Up With That?
[28] Risk of ‘conflict and strife’ in Europe over energy crisis, EU deputy warns | Energy | The Guardian
[29] Estimulados por los activistas, el Foro Económico mundial y los verdes del mundo para producir alimentos con un enfoque orgánico. Error.
[30] Viene a cuento aquí una frase de Henry Kissinger, quien acaba de cumplir 100 años: “Los políticos corruptos hacen que el otro diez por ciento tenga mala imagen”.
[31] En el más grande reactor de Ucraina, del que dependía la energía de una gran zona geográfica.
[32] Debían averiguar durante cuánto tiempo continuaría generando electricidad la turbina de vapor del reactor tras el corte externo de energía para refrigeración. En caso de corte, las bombas refrigerantes de emergencia requerían un mínimo de potencia para ponerse en marcha (y cubrir el hueco de 75 segundos hasta que arrancasen los generadores diésel de respaldo). Eso es lo que no se sabía y se quería saber.
[33] RBMK es el acrónimo de reáktor bolshói móschnosti kanálny, que significa «Reactor de condensador de alta potencia». Es un tipo de reactor nuclear construido únicamente por la Unión Soviética. Sus características inherentes pueden producir condiciones incontrolables. La planta tenía cuatro reactores RBMK-1000 con capacidad para producir 1.000 MW cada uno. El diseño de estos reactores no cumplía los requisitos de seguridad que en esas fechas ya se imponían a todos los reactores nucleares de uso civil en Occidente. Los reactores 1 y 2 carecían de edificio de contención. Los reactores 3 y 4 tenían «blindaje biológico superior», que es la protección necesaria para resguardar al público y a los trabajadores de las radiaciones de neutrones y rayos gamma ocasionadas por los productos de fisión.
[34] Debido a que, de forma inesperada, otra planta de energía regional quedó fuera de la red, y el controlador de la red eléctrica en Kiev solicitó detener la reducción de la producción eléctrica de Chernobyl, ya que debía satisfacer el pico de demanda de la tarde.
[35] Las condiciones de la prueba habían sido acordadas antes del inicio del turno diurno del 25 de abril. Los empleados del turno diurno habían sido instruidos y estaban familiarizados con los procedimientos. Un equipo especial de ingenieros eléctricos se encontraba presente. Nada de eso estaba vigente a partir de las 0:00:00.
[36] Si no hubiera habido ese retraso, la prueba la habrían hecho ingenieros experimentados. Los jóvenes de la noche solo habrían tenido que verificar el calor remanente en el reactor.
[37] De las 211 barras de control que tenía el reactor, casi todas fueron retiradas manualmente. Todas menos 8. El mínimo para dejar insertadas era de 30. Esa decisión fue una violación grave del Reglamento de Seguridad Nuclear de la URSS.
[38] Supercriticidad o situación supercrítica implica que, por cada fisión que aparece en el material fisionable, habrá un promedio de k fisiones en la siguiente generación. El número de fisiones aumenta exponencialmente. Las armas nucleares están diseñadas para funcionar así.
[39] Que significaba Defensa de Emergencia Rápida 5. Recuérdese que se había desconectado el sistema automático.
[40] Las barras de boro tenían una punta de grafito. Éste no permitía frenar la reacción. Lo hacía el boro que se hallaba después, en la barra, más arriba Fue demasiado tarde. El SCRAM aumentó la velocidad de reacción en la mitad superior del núcleo, produjo un pico súbito de energía. Ésta pasó de 530 MW a 30.000 MW en el plazo de tres segundos. El reactor explotó.
[41] ¿Por qué se pulsó el AZ-5? No se sabe. O fue una por emergencia debida al incremento extremo de temperatura en el reactor, o fue la forma de apagar el reactor una vez considerado finalizado el experimento.
[42] SKALA (СКАЛА, система контроля аппарата Ленинградской Атомной; “Control system of the devices of the Leningrad Nuclear Power Plant”.
[43] El SCRAM, Safety Control Rod Ax Man o apagado de emergencia de un reactor nuclear, comenzaba al pulsar el botón AZ-5. Funciona activando el mecanismo de accionamiento en todas las barras de control para insertarlas de inmediato y por completo en el núcleo.
[44] En contra de lo indicado por las regulaciones de seguridad, se había utilizado bitumen – combustible – en la construcción de los techos del edificio. El incendio se recrudeció.
[45] Sobre todo, Bielorrusia, Rusia y Ucraina.
[46] Todos ellos materiales radiactivos y/o tóxicos.
[47] El jefe del turno nocturno, Yuri Bagdasárov, quiso apagar el reactor 3. El ingeniero en jefe, Nikolái Fomín, no se lo permitió. A las 05:00, Bagdasárov lo apagó.
[48] Los del equipo de bomberos que acudió a apagar el fuego de la central sabían que iban a una muerte segura. 134 de ellos fueron hospitalizados con Síndrome de Irradiación Aguda por la absorción de altas dosis de radiación.
[49] Existen numerosos estudios sobre modelos teóricos que parecen hablar de fenómenos distintos. La mayor preocupación se centra en el yodo radiactivo, el estroncio-90 y el cesio-137, que inciden en etapas distintas y personas diferentes, con mecanismos diversos.