En el primer capítulo (6.10.2022) de esta breve serie comentamos que los coches eléctricos, contemplado todo el ciclo de su vida, contaminan[2] más que sus equivalentes de gasolina o gasoil. Esa afirmación está sustentada por análisis técnicos efectuados por todos los institutos especializados y hasta por instituciones genéricas públicas de ambos lados del charco, más algunas privadas. Lo hemos visto ya.
Habiendo quedado clara la realidad, es decir, que los coches eléctricos contaminan más que los de motor de explosión, pasemos a hablar del coste de producción de esos vehículos eléctricos y de su precio final. Ustedes ya saben (hasta los defensores de este suicidio colectivo inducido lo reconocen) que un coche eléctrico cuesta mucho más que uno convencional y su reventa será extremadamente difícil y nada rentable[3]. Eso tiene sentido: la idea es que haya menos coches (sólo en Occidente, no lo pierdan de vista) y eso se consigue si son considerablemente[4] más caros, para así revertir el sentido del genuino progreso, que es generar grandes clases medias con mayores grados de libertad[5].
Y si hay menos coches y éstos tienden a fabricarse en otras áreas del mundo[6], los puestos de trabajo en la UE irán rápidamente a la baja, en paralelo a la reducción de producción primero, de beneficios más tarde y de inversiones[7] después. Son problemas derivados de la idiocia inicial, perfectamente previsibles. Y no son para dentro de 5 años, sino para ahora mismo. Tan es así que el grupo Stellantis[8] ha decidido detener la producción de térmicos en 2027. Si esto no es el desastre en materia de riqueza y de empleo, se le parece mucho.
Habiendo dejado claro que los costes de venta son notablemente mayores en el caso de los coches eléctricos, los gobiernos de todos los ámbitos en que la socialdemocracia progre ha segregado los Estados intervienen de nuevo[9], produciendo una batería[10] de distorsiones que destrozan las ideas de mercado y de equidad. Veamos.
Los coches eléctricos nuevos tienen un coste desaforado, coste que crece sin parar[11]. Como con ese precio de venta no tendrían salida[12] (salvo para frikies de la calentología, de los que hay muchos en teoría, pero bastantes menos que pongan la cartera donde ponen la chorrada[13]), aparecen las ayudas del primo de Zumosol, en forma de subsidios, incentivos[14] o ventajas[15]. O de prohibición de las alternativas, que es más de lo mismo[16].
Si el lector quiere echar un vistazo a un análisis efectuado en 2021 para los EE. UU. por el medio Transport and Environment,[17] observará que los vehículos eléctricos son tan caros que sólo tras 15 años de uso[18] podrían equilibrar la relación entre coste de adquisición y ahorro de combustible. Pero como las variables que intervienen en el cálculo son tan volátiles (precios de la electricidad, incentivos, subvenciones, reducciones impositivas, gratuidad en servicios complementarios, mantenimiento, seguros, fiabilidad, precios de reventa, sustitución de elementos estructurales…), adquirir un coche eléctrico se ha convertido en una decisión enormemente arriesgada[19]. Arriesgada y para gente de gran solvencia económica. Un estudio del National Bureau of Economic Research, lo demuestra para los EE. UU., cosa que nos hace pensar que en otros países será parecido. En resumen, “la mayoría de los fondos de programas federales orientados a promover la eficiencia energética y el transporte alternativo van a los americanos ricos”. Este y otros muchos excelentes y útiles datos están en el testimonio ante del Congreso de Robert Bryce.” 062821 Robert Bryce — House Climate Comm Written Testimony for 063021 hearing v4
La conclusión es que la mayor de las incertidumbres se cierne sobre las economías de Occidente. Las medidas político-administrativas que noquean al sector de la automoción, empobrecen a los pobres, subvencionan a los ricos y no pueden ser instrumentadas técnicamente por imposibilidad material, nos hacen pensar que las medidas adoptadas hasta ahora se modificarán a no mucho tardar. Pero para cuando se quiera echar marcha atrás, puede ser tarde. Y entonces pagaremos los ciudadanos, no las élites políticas, que son las responsables de este sindiós.
[1] Caos o desorden (DRAE).
[2] No podemos dejarlo de lado: el CO2 no contamina. Me refiero a otros efluentes y al daño medioambiental en la producción. Ellos hablan de contaminar por CO2, lo que es un sinsentido.
[3] Nunca se habla de la reventa. Es lógico, el fenómeno del coche eléctrico es reciente y su incidencia, menor, salvo en algunos países, como Noruega. Y además, no interesa. Cuando un propietario de vehículo eléctrico se quiera desprender de él, observará que no vale apenas nada. Y no vale nada porque la reposición de las baterías es extremadamente cara. Los eventuales compradores desinformados creerán que han adquirido un chollo … hasta que tengan que cambiar la batería. De manera que ambos, comprador y vendedor, sufrirán las consecuencias de haber comprado un vehículo eléctrico, sobre todo aquellos que lo hagan obligados por el intervencionismo del Estado en sus diversas configuraciones.
[4] Pero no mucho, porque entonces no los compraría ni Peter. O El Tato, como prefieran.
[5] Ese sentido de marcha se ha revertido: se trata de acabar con las clases medias y con su libertad, entre ellas la de desplazamiento cada vez más fácil y económico.
[6] Transcribo noticia de “5 Días” de 8.10.2022. El suicidio viene de la mano de la desesperación. “Renault quiere convencer a Nissan (aliado principal de Renault, N.del A.) para que venda la mayor parte de la combustión a Geely (RP China). Renault no lo hace porque lo considere una buena idea sino porque la normativa criminal de la UE le obliga.
[7] Ante la perspectiva de enfrentarse a la prohibición de venta de vehículos de combustión a partir de 2035, las inversiones de las empresas de automoción en estos vehículos se paralizarán.
[8] https://forococheselectricos.com/2022/10/stellantis-abandonara-motores-combustion-interna-europa-2027.html
[9] Intervienen primero limitando el uso por zonas (recuerden el infausto Madrid Central que un alcalde del Partido Popular mantiene, en contra de sus propios compromisos derivados de sus propias promesas electorales), limitando el uso por plazos (ya saben, en 2035 no habrá vehículos de motor de explosión en la UE a menos que obliguemos a estos miserables a revertir sus ukases) y directamente prohibiendo producciones concretas.
[10] No he querido bromear, ustedes perdonen.
[11] Como afirma Tom Fux, de TOYOTA, “no hay recursos para fabricar todas las baterías que necesitaríamos para su uso generalizado”. Y si no hay suficientes recursos, lógicamente el precio sube. https://www.abc.es/motor/motoreco/recursos-suficientes-baterias-falta-coche-electrico-20220707142923-nt.html
[12] Con independencia de si los costes adicionales los paga el consumidor o el contribuyente, está claro que la gente será más pobre, porque los caros coches eléctricos recorren menos kilómetros por cada Euro gastado en él.
[13] Parafraseo un conocido aforismo norteamericano: “Put your money where your mouth is”.
[14] ¿Qué tal aparcamientos gratuitos para los vehículos eléctricos y muy onerosos para los demás? En el fondo, la idea es dividir. Colectivo contra colectivo y de postre, merma de las libertades.
[15] Esta es la zanahoria. En cuanto al palo, está claro: si usted quiere conducir en las ciudades, ya mismo, cómprese un eléctrico o no conduzca. Encareciendo y dificultando la vida, vaya.
[16] Esto tampoco será gratis para el Tesoro Público. Las enormes cantidades de impuestos que actualmente percibe, provenientes del consumo de carburantes, disminuirán vertiginosamente cuando los descabellados planes de los gobiernos tengan lugar, si Dios o nosotros no lo remediamos. Y por el lado del gasto, invertirán enormes sumas en proporcionar puntos de recarga y nuevas centrales eléctricas (que no podrán ser eólicas o fotovoltaicas por su intermitencia) junto a las carreteras. Lo dicho, un sindiós.
[17] Transport and Environment
[18] Lo que será muuuuuy complicado, porque un vehículo eléctrico de 12 años y uso estándar estará utilizando su tercera betería. Una batería Tesla cuesta 10.000 $, así que calculen.
[19] Ustedes saben que las administraciones son mobile cual piuma al vento. De un día para otro, la energía nuclear y el gas, que eran diabólicas, devienen verdes y perfectamente utilizables. Por no hablar de los impuestos. En esas manos estamos.