La guerra que Rusia ha desencadenado dura ya más de un año. Para poner la situación en perspectiva, me ha parecido adecuado presentar algunos aspectos históricos que podrían ser de utilidad, ampliando el plazo del análisis. La relación entre ambos países se remonta a un pasado lejano y siempre es bueno conocer cómo ha sido la interacción que han mantenido. Así podremos ubicar mejor los acontecimientos que vamos conociendo[1].
Sobre eso versó la primera entrega Rusia y Ucraina. Una relación tempestuosa | José Ramón Ferrandis (joseramonferrandis.es), así como la segunda, https://joseramonferrandis.es/rusia-y-ucraina-una-relacion-tempestuosa-ii/ ésta centrada entre 1986 y 2022.
Aquí está la tercera.
El 21 de febrero de 2022, los líderes de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, Denis Pushilin y Leonid Pasechnik, solicitaron[2] al presidente ruso, Vladímir Putin, que reconociera oficialmente la independencia de esas repúblicas. Ese mismo día, Rusia reconoció a ambas, que como sabemos son dos estados autoproclamados en la región de Dombás/Donbás (Ucrania), y envió tropas a ambos territorios[3]. Al día siguiente, 22 de febrero, el Consejo de la Federación de Rusia autorizó por unanimidad al Ejecutivo ruso a utilizar la fuerza militar fuera de las fronteras de Rusia[4].
Ese mismo día 22 se publicó un discurso de Putin a los ciudadanos rusos[5]. El día 23, Ucrania anunció el estado de excepción en todo el país y Rusia comenzó a evacuar su embajada en Kiev.
La invasión rusa de Ucraina empezó a las 5:00 (hora de Moscú, 2:00 UTC) del 24 de febrero de 2022, constituyendo el mayor ataque militar producido en territorio europeo desde la Guerra de los Balcanes, que tuvo lugar entre 1991 y 2001. El cruce de la frontera fue precedido por una gigantesca acumulación de tropas en las fronteras de Ucrania, que comenzó a mediados de 2021[6]. La parte rusa negó repetidamente[7] que se fuera a producir invasión o guerra adicional alguna[8].
De hecho, el eufemismo utilizado por Vladimir Putin fue “operación militar especial” en Ucrania. Según sus palabras, “Rusia no puede sentirse segura ante la amenaza ucraniana”. Putin añadió que intentaría “desmilitarizar y desnazificar Ucrania”. La justificación esgrimida para el ataque era “proteger a los habitantes de las autoproclamadas República Popular de Lugansk (RPL) y República Popular de Donetsk (RPD), en el Dombás, del genocidio[9]” que estaría efectuando el gobierno ucraniano. Putin aseguró que no había planes para ocupar el territorio ucraniano y que apoyaba el derecho de los pueblos de Ucrania a la autodeterminación. Al final, Putin advirtió a terceros países que no interfirieran, pues “la respuesta de Rusia sería inmediata y los llevará a consecuencias que nunca han experimentado en su historia”[10].
Las tropas rusas invadieron Ucraina simultáneamente procedentes de cuatro direcciones principales. La más importante de ellas dentro de la estrategia rusa fue la desencadenada al norte, desde la frontera con Bielorrusia, a lo largo de la orilla occidental del río Dniéper, en dirección a Kiev, con el objetivo de rodear la capital Kiev desde el oeste. En apoyo y distracción de esta ofensiva principal, se lanzaron dos vectores de ataque desde la frontera rusa sobre la orilla este del Dniéper: uno en dirección a Chernígov y otro hacia Sumi. La idea de estos ataques era cercar Kiev desde el este.
Otro ataque ruso se realizó desde el noreste, en dirección a Járkov; otro más tuvo lugar al este por la línea del frente de la RPD y la RPL; y finalmente, en otro ámbito territorial muy alejado, otro aconteció al sur desde la región de Crimea, ya invadida y anexionada en 2014[11].
En el mapa al pie de estas palabras se ve esquemáticamente el ataque ruso.
Archivo:2022 Russian Invasion of Ukraine animated.gif – Wikipedia, la enciclopedia libre
Nos centraremos en el ataque por el norte, pues sin duda era el prioritario y principal: el ejército ruso pensó[12] que tomaría Kiev en días, si no en horas, y que el presidente Volodimir Zelenski huiría. Eso acabaría con la operación militar. Pero no fue eso lo que ocurrió.
El primer día de invasión, las tropas rusas en marcha hacia Kiev[13] asumieron el control de las ciudades abandonadas de Chernóbyl y Pripiat, incluida la central nuclear siniestrada, donde el ejército ucraniano opuso una primera línea de resistencia al avance ruso, sin éxito. La columna rusa procedente de Bielorrusia alcanzó Ivankiv, un suburbio al norte de Kiev, a primera hora de la mañana del día 25. Allí, los ucranianos volaron el puente sobre el río Téteriv y presentaron batalla. Paralelamente, las Fuerzas Aerotransportadas rusas intentaron apoderarse de dos aeródromos alrededor de Kiev. El asalto al Aeropuerto Antónov, al norte, en Hostómel, tuvo lugar hasta el día 25; el segundo, en Vasylkiv, al sur de Kiev, fue rechazado por el ejército ucraniano el día 26 de febrero. Estos ataques eran la clave del intento de Rusia de apoderarse rápidamente de Kiev.
La columna de tanques y equipos blindados que descendía desde la frontera con Bielorrusia, de unos 70 kilómetros de largo, se había dispersado y quedado destruida en gran medida para el día 11 de marzo, retirándose a los bosques, donde fue constantemente hostigada hasta su total destrucción.
La ofensiva desde el noreste se había detenido cuando comenzó el asedio de Chernígov, que el ejército ruso no pudo culminar.
Días después del principio de la invasión, Incapaces de lograr una victoria rápida en Kiev, las fuerzas rusas hubieron de modificar su estrategia de captura rápida del gobierno y sustituirla por un clásico ruso-soviético-ruso: bombardeos indiscriminados[14] y guerra de asedio.
Si hubieran tenido el éxito fulgurante que esperaban, con Spetsnaz[15] infiltrándose en la ciudad de Kiev, eventualmente hubieran acabado con el gobierno presidido por Volodímir Zelenski, pero fracasaron, alargando la guerra más allá del plan de invasión inicial ruso.
El fracaso de esta estrategia cambió los planes de Vladimir Putin: de tardar una semana a lo sumo en controlar Ucraina se pasó a emplear más de un año[16] en el empeño, con sucesivas pérdidas territoriales de los terrenos anteriormente conquistados para los rusos, por supuesto siempre dentro de Ucraina.
Pero no adelantemos acontecimientos. El 2 de marzo, Rusia tomó el control de Jersón y ocupó la central nuclear de Zaporiyia[17]. Al noroeste de la capital, la ofensiva rusa encontró una fuerte resistencia del ejército ucraniano en los suburbios de Bucha (cuando se produjo, algo más tarde, la retirada de las tropas rusas, aparecieron cientos de cadáveres en las calles y en fosas comunes, con signos de tortura), Hostómel e Irpín, que cayeron en poder del ejército ruso a mediados del mes de marzo, cuando el frente se estancó a las afueras de Kiev.
El 16 de marzo, Ucraina lanzó una contraofensiva en los alrededores de la capital, haciendo retroceder por primera vez a las fuerzas rusas alrededor de Irpín[18], recuperando Makariv y otros suburbios al este y oeste de Kiev algo más tarde. La retirada de las fuerzas rusas de los óblast de Kiev y Yitómir fue completada el 4 de abril, confirmándose el fracaso de la ofensiva rusa sobre Kiev. El frente principal se desplazó entonces al sur y al este del país.
El 13 de abril, la ciudad ucraniana de Mariúpol[19], un punto estratégico para dominar del Mar de Azov, completamente arrasada por los ataques aéreos y los bombardeos constantes del ejército ruso, capituló. Durante esa semana, el Moskvá, buque insignia de la flota rusa en el Mar Negro, fue bombardeado por el ejército ucraniano y se hundió día siguiente.
El 9 de agosto de 2022, Ucraina pasó a la ofensiva en Crimea. Una de las bases aéreas rusas, una subestación eléctrica y varios depósitos de munición fueron atacados. El 10 de septiembre de 2022, Ucraina retomó el control de la ciudad de Járkov. El 21 de septiembre de 2022, Putin llamó a filas a 300.000 reservistas, lo que desencadenó masivas protestas de la población rusa. Miles de ciudadanos abandonaron el país para evitar integrarse en el ejército.
Rusia celebró referéndums en las provincias de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia para decidir sobre su incorporación a la Federación Rusa. Al poco, se produjo una contraofensiva en el sur de Ucrania (llamada contraofensiva de Jersón). Comenzó el 29 de agosto. Su objetivo era liberar las oblasts de Jersón y Nicolaiev. El 9 de noviembre de 2022, Rusia anunció su retirada de Jersón. Era la única capital provincial que quedaba bajo su control.
Durante la madrugada del 8 de octubre de 2022, un camión bomba hizo explosión el larguísimo puente que une Crimea con Rusia, dañando severamente la estructura e interrumpiendo el tráfico terrestre y ferroviario[20] entre Rusia y Crimea[21].
Vamos a hacer uso de unos magníficos mapas que muestran gráficamente la evolución de la guerra, con los frentes, los avances y retrocesos y la situación en cada momento. Las fechas están en un recuadro en la esquina superior derecha de cada cuadro. La información que contienen es valiosísima y reemplaza capítulos enteros.
fotonoticia_20230220100047-3021504899_9999.jpg (1978×1978) (europapress.es)
Las bajas de efectivos en el ejército atacante están siendo gigantescas y la pérdida de equipos, enorme[22], como siempre acontece cuando ambas variables abundan y tienen un valor escaso para los mandos.
La guerra continúa en 2023, como es sabido. El general invierno ha congelado las acciones en el frente del Este. Los eventos más importantes durante el período transcurrido desde primeros de 2023 hasta ahora han sido los largos y duros combates en torno a Bajmut[23] y la voladura del embalse de Kajovka en junio de 2023, que inundó grandes extensiones de terreno, imposibilitando la contraofensiva ucraniana. La esperada ofensiva de primavera por parte de Ucraina se está llevando a cabo con cautela. Por el lado ruso, la relación entre el ejército regular y los mercenarios del grupo Wagner es difícil.
A finales de 2022, terminadas las contraofensivas de Járkov y Jersón, la línea de frente Bajmut-Soledar se convirtió en la mayor protagonista de la guerra, el único lugar en el que Rusia mantenía la iniciativa. Los ataques a la ciudad se intensificaron con restos de las divisiones rusas que habían operado en otros frentes, nuevos reclutas y finalmente, mercenarios[24]. Hasta entonces, la línea del frente del Este era una guerra de trincheras posicional.
En junio de 2023, las tropas ucranianas están contraatacando[25] y recuperando posiciones en Bajmut, que habían perdido.
Se entiende que esta revisión de las acciones de guerra efectuadas desde el 24 de febrero de 2022 nos ha permitido tener una visión suficiente de los desarrollos militares en el frente. La siguiente y última entrega será de interpretación de la situación actual a la luz de los acontecimientos explicados en las anteriores entregas.
[1] Ya sabemos que “la primera baja en una guerra es la verdad”, pero eso no va a detenernos.
[2] La solicitud fue respaldada por el Ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, y el Primer Ministro Mijaíl Mishustin, quienes dijeron que el gobierno había estado sentando las bases para una medida como esa durante muchos meses.
[3] Estas repúblicas fueron dos entidades, autoproclamadas en 2014 y 2015 e integradas en la Federación Rusa el 5 de octubre de 2022, cuyo reconocimiento internacional fue extraordinariamente limitado (sólo lo hicieron, ese mismo mes de octubre de 2022, tres entidades nacionales soberanas: la Federación Rusa, Siria y Corea del Norte).
[4] El despliegue tropas en el Donbás fue interpretado como la retirada de facto de Rusia del Protocolo de Minsk. Efectivamente, el 22 de febrero Putin dijo que los acuerdos de Minsk ya no eran válidos para Rusia. Durante la mañana del 24 de febrero, Putin anunció que Rusia estaba iniciando una “operación militar especial” en el Donbás: para entonces ya había lanzado la invasión a gran escala sobre Ucraina.
[5] Entre otras, realizó las siguientes afirmaciones: “la Ucraina moderna fue creada enteramente por Rusia, por la Rusia bolchevique, comunista, para ser preciso. Los principios de Lenin para la creación de un estado no solamente fueron un error, fueron, como se dice, peores que un error”. Dijo asimismo que la admisión de Ucrania en la OTAN era “una conclusión inevitable”, que Moscú no podía permitirse el lujo de ignorar la amenaza de una Ucrania con armas nucleares (de las que carecía desde el 5.12.1994, fecha en que se firmó con Rusia el Memorándum de Budapest sobre garantías de seguridad, nota del autor). Finalmente, exigió que “aquellos que tomaron y retuvieron el poder en Kiev […] cesaran inmediatamente las hostilidades”, o “enfrentarían las consecuencias”.
[6] Inicialmente, el número de efectivos y sus equipos rondaba los 75.000, acantonados a unos 150 Km. de la frontera. En diciembre de 2021, el número de tropas fue aumentando y las estimaciones las cuantificaron en unos 175.000 hombres, aunque alguna de ellas las situó en un máximo de 225.000.
[7] El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, lo negó en noviembre de 2021; el viceministro de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, lo hizo en enero de 2022; el embajador ruso en los Estados Unidos, Anatoli Antonov, insistió el 20 de febrero de 2022 y el embajador ruso en la República Checa, Alexandr Zmeyevski, se atrevió a hacerlo el 23 de febrero de 2022.
[8] La parte rusa se refiere a la invasión como “operación militar especial”, no como guerra.
[9] Rusia ha acusado a Ucraina de genocidio en el Dombás contra la población prorrusa del país. Ucraina presentó una demanda en la Corte Penal Internacional contra Rusia por esas acusaciones. Los tribunales no hallaron evidencias que sustentaran las acusaciones rusas e instaron al Gobierno ruso a suspender de inmediato las acciones militares contra Ucraina.
[10] La frase se entendía referida al uso de armas nucleares por parte de Rusia.
[11] El 24 de febrero, la armada rusa comenzó un ataque a la “isla de las Serpientes” El crucero lanzamisiles Moskvá y el patrullero Vasily Býkov bombardearon la isla con sus cañones. Es fama que, cuando el buque Moskvá se identificó e intimó la rendición, la respuesta de los defensores fue: “¡Buque de guerra ruso, que te follen!”. Un destacamento ruso tomó el control de Isla de las Serpientes. El 30 de junio de 2022, Rusia abandonó la isla, totalmente indefendible entonces.
[12] La información militar era defectuosa, como el ejército ruso supo de inmediato. No sólo la población ucraniana no recibió a las tropas rusas como liberadores de ninguna ficción auto asumida por el presidente Putin, sino que el lapso entre 2014, cuando la indefensión ucraniana era casi total, y 2022, cuando el ejército ucraino había evolucionado tecnológicamente, fue decisivo para abortar la operación lanzada desde Bielorrusia.
[13] El 24 de febrero de 2022, la opinión pública mundial se desayunó conmocionada por las noticias que llegaban desde Kiev. Durante aquella madrugada, numerosos puntos de la ciudad habían sido bombardeados.
[14] Esto significa que no se destruyen sólo objetivos militares, sino también civiles, y no sólo en la línea del frente, sino en las ciudades de retaguardia. Una de las más alejadas, Lvov/Lviv/Leópolis, fue alcanzada, como todas las demás, con misiles lanzados desde el frente, a cientos de kilómetros. El objetivo era minar la moral de la población.
[15] Spetsnaz (abreviatura del ruso Voiská spetsiálnogo naznachéniya), se refiere a los magníficamente entrenados comandos de fuerzas especiales militares y policiales de la Federación de Rusia. Su traducción literal es “unidad de designaciones especiales”.
[16] Este texto se ha escrito el 25 de junio de 2023, un año y cuatro meses tras el comienzo de la invasión.
[17] La planta es la más grande de su tipo en Europa. Ha experimentado daños por bombardeos y hay destrucciones parciales en las líneas eléctricas conexas.
[18] Cuyo completo control recuperaron el 28 de marzo.
[19] El 16 de mayo de 2022 cayó el último bastión ucranianas en las afueras de Mariúpol: la planta siderúrgica Azovstal. Con Mariúpol, Rusia cortó el acceso de Ucraina a la costa del Mar de Azov y estableció un corredor terrestre hasta Crimea. La ciudad empezó a ser administrada por la denominada República Popular de Donetsk.
[20] La explosión provocó el incendio de siete vagones cisterna de un tren que circulaba por el puente ferroviario. La intensidad del fuego debilitó la infraestructura.
[21] Rusia, impotente para paliar el ataque al puente, bombardeó con misiles centrales eléctricas e infraestructuras relevantes para Ucraina, generando largos apagones.
[22] Eso es algo que no preocupa al mando, tradicionalmente reacio a valorar la vida de sus soldados y a considerar la cantidad de material perdido como algo relevante. Se reponen y basta.
[23] Se conoce por “batalla de Bajmut” a una serie de enfrentamientos militares cerca de la población de ese nombre entre las Fuerzas Armadas de Ucrania y las fuerzas de Rusia. La principal fuerza de asalto estuvo integrada por mercenarios de la organización paramilitar rusa Grupo Wagner, apoyados por tropas regulares rusas.
[24] Batallones de voluntarios y exconvictos, atacando por oleadas (en la tradición de la Segunda Guerra Mundial) fueron ganando terreno gradualmente. En febrero de 2023 se hicieron con las posiciones al norte y al sur de Bajmut. Las tropas ucranianas eludieron el cerco. La batalla se concentró en la zona urbana, casa por casa. En marzo de 2023, las fuerzas rusas llegaron al río Bajmuta y lo superaron. En mayo, las fuerzas de Ucrania contraatacaron y retomaron parte de la ya completamente destrozada población.
[25] Aprovechando el caos temporal causado por los enfrentamientos entre el ejército regular ruso y el grupo Wagner.