Como en la película de Marco Bellochio, La República Popular China (China, en adelante) está no ya cerca, sino dentro. En el corazón de Occidente, se halle donde se halle, porque China se encuentra en todas partes en forma de embajadas, empresas y ciudadanos chinos. La China sometida y humillada de 1830/1860 (Guerra del Opio), de la invasión de Manchuria de 1934, ya no existe. Ahora se yergue en su territorio[2], gigantesca, armada con una herramienta que nunca se pensó que iba a utilizar: la economía de mercado, eso sí, tutelada y dirigida por el Estado, y éste por el Partido Comunista Chino (PCCh). Una síntesis impensable que forjó Deng Xiao Ping para voltear el ominoso período de Mao Tsé Tung.
Si se fijan, las expectativas de los analistas pasan generalmente por la inevitabilidad de la hegemonía de China a no mucho tardar. Se basan para ello en el decaimiento de sus antagonistas, empezando por los EE. UU., siguiendo por la Unión Europea y terminando por Japón, otrora gran esperanza asiática y hogaño sumido en políticas demográficas y económicas inanes que no le permiten salir del atolladero.
No les falta razón, aunque tampoco es para asumir sin más reflexión los resultados de planteamientos que a veces pecan de sencillos, de demasiado sencillos.
Hagamos un esfuerzo de taxonomización, aunque resulte demasiado académico y poco atractivo. Dividamos el terreno en áreas contiguas, a veces superpuestas, pero esencialmente divisibles. Hagamos la película de las dinámicas, desde antaño hasta aquí y ahora, para así ver con perspectiva los fenómenos que acontecen. Quizá nos sea útil.
- Demografía
China ya no es el país más poblado del mundo. Aunque el censo chino indica que su población ronda los 1. 411 millones, el propio PCCh ya ha aceptado que la cifra real es de 1.220 millones. Si les parece poca diferencia, quizá en términos porcentuales no sea decisiva, pero son 191 millones. Casi un Brasil entero.
Esto tiene implicaciones para el crecimiento del PIB chino, desde luego, pero si lo miramos en perspectiva, la caída no se va a detener aquí. La política del hijo único[3] auspiciada por Mao Tsé Tung, generó una dinámica que está haciendo flexionar la curva de población muy rápidamente[4]. Por su lado, y en sentido contrario, India (1.408 millones) ha rebasado ampliamente a China y la tendencia no muestra visos de ceder. Valga como referencia que las expectativas mundiales apuntan a detener el crecimiento total en 2100 y comenzar un suave descenso, que sólo en África Negra se verá retrasado.
- Economía
El crecimiento del PIB chino desde 1978 es innegable y muy alto, debido a tres causas. La primera, el bajísimo nivel de riqueza al principio del periodo, originado por la espantosa gestión de Mao desde 1949, empobreciendo a un país que ya salía destruido de la guerra contra Japón y la inmediatamente subsiguiente Guerra Civil contra el Kuomintang[5]. La segunda, el proceso de reversión y capitalización iniciado por Deng Xiao Ping, que sentó las bases para un crecimiento ortodoxo. Y la tercera, la incardinación de China en el proceso de globalización, del que deliberadamente se había autoexcluido anteriormente.
La cuantificación ha quedado estadísticamente establecida sobre la base de los datos chinos, cuya verosimilitud es cuestionable[6], pero es innegable el enorme salto cuantitativo y cualitativo que ha experimentado una economía que era esencialmente agraria y autárquica y se ha convertido en líder industrial del mundo.
- Comercio
China lidera las clasificaciones de exportación. El logro es espectacular, sobre todo viniendo de un período de práctica autarquía, exceptuados intercambios mínimos con la URSS y Corea del Norte. El modelo seguido fue inicialmente uno de exportación manufacturera a precios y calidades muy bajas, que fue evolucionando según la lógica del crecimiento. La integración del país en la OMC y la captación masiva de inversión extranjera productiva directa, atraída por los bajos costes de producción iniciales, por un mercado chino creciente y por las posibilidades de integrar productos intermedios en una cadena de valor global[7], obraron el resultado que ahora presenta el intercambio chino, que por lo demás, a la manera dirigista habitual, está orientado a un mercantilismo básico, materializado en la obvia superioridad de exportaciones sobre importaciones y la acumulación de enormes reservas en oro y divisas.
Y ese es el problema: el enriquecimiento ha elevado los precios, hecho perder competitividad a las exportaciones chinas y obligado a las empresas a deslocalizar. China contraataca controlando las tierras raras y monopolizando la construcción de baterías para el vehículo eléctrico, apuesta idiota de Occidente. Las espadas están en alto, pero China pierde rápidamente terreno.
- Finanzas
Las reservas han permitido a los chinos financiar actividades de modernización y redirigir la economía. El Banco Central chino ha gestionado durante años la Política Monetaria para mantener un alto nivel de crecimiento sin caer en la inflación, fenómeno que suele acompañar a los fuertes periodos de crecimiento como consecuencia del ritmo de éste (recalentamiento). El tipo de cambio del yuan ha sido manipulado permanentemente para facilitar las exportaciones a bajos precios en términos de las restantes divisas. En nuestros días, el Banco tiene problemas de balance, con un pasivo lleno de malas inversiones y una banca en la sombra cuyo peso es indeterminado y su cálculo, elusivo. La trampa de la liquidez afecta de lleno a China, con unos agentes que no reaccionan a la abundancia de efectivo y tipos bajos por su aversión a ulteriores endeudamientos. No mejora la inversión ni el consumo. La burbuja de la construcción sigue activa. Las hipotecas se están impagando masivamente. No hay crecimiento apreciable en el último trimestre.
- Ejército
Las fuerzas armadas chinas tienen el mayor número de conscriptos del mundo[8]. Se hallan embarcadas en un proceso de modernización acelerado, que afecta a las tres armas. Los avances tecnológicos de la economía se reflejan en la aparente calidad de sus equipos, aunque se hayan podido registrar en puerto graves accidentes a bordo de portaviones. La expansión imperialista del Estado chino, con afectación a las islas Spratly, Senkaku y Paracelso, las permanentes amenazas e interferencias con Taiwan, la tensión con India por Cachemira y el historial de enfrentamientos con VietNam aconsejan al PCCh reforzar sus fuerzas armadas. La agresividad de que hacen gala cuadra mal con algún tipo de logro o resultado positivo en enfrentamientos con países capaces de defenderse[9]. La prueba de fuego será probablemente con alguno de los menos capacitados, lo que excluye a Formosa/Taiwan. Entretanto, se extiende con fuerza por el espacio y el ciberespacio.
- Sanidad
China desencadenó en torno a enero de 2020[10] la pandemia más importante del mundo desde 1918, y lo hizo desde un laboratorio virológico para usos militares situado en la ciudad de Wuhan. El virus mutado artificialmente escapó y arrasó en China, para salir con posterioridad y pasar de enfermedad local a pandémica y finalmente a endémica. Se ignoran las cifras de fallecidos en China, aunque por variables indirectas, sumaron más de 10 millones en los primeros envites de la enfermedad, que se ignoraba cómo tratar en una primera instancia. Tras el fracaso de la política de cero infecciones (cero COVID) y la mutación o aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2, China está sufriendo una infección masiva, pues las vacunas chinas[11] se han revelado escasamente útiles y las personas de edad más avanzada se encuentran de forma mayoritaria escasamente tratadas con ellas. Las cifras oficiales de contagios y de fallecimientos son ridículas, una vez más[12]. Vistas las circunstancias, China ha abierto sus fronteras para entrada y salida de viajeros, renovando el patrón inicial de pandemia.
- Sistema político
China es una dictadura comunista. Su trayectoria criminal y asesina está ampliamente documentada. Los registros, sólo durante la égida de Mao Tsé Tung, alcanzaron los 75 millones de personas, fundamentalmente como consecuencia del Gran Salto Adelante (1958/1961, 55 millones) y de la Revolución Cultural (1966/1976, 20 millones). Tras la muerte del líder chino, sus sucesores distan de ser responsables de cifras próximas, aunque la represión es general[13] y la pena de muerte se aplica con liberalidad. Las elecciones no son libres y los candidatos son los del PCCh. La ventaja para ese partido único es que puede arbitrar sus estrategias sin oposición, lo que les permite diseñar sus intervenciones a largo plazo sin temor a verse desplazados del poder. Su enorme capacidad económica les permite pagar a lobbies y a políticos de terceros países para que su imagen se vea convenientemente edulcorada.
- Geopolítica
China aspira a convertirse en la gran potencia hegemónica del mundo en breve plazo. Para ello, ha proyectado las cifras de crecimiento económico del período 2000/2020 y entendido que seguirán creciendo así indefinidamente. Es un error garrafal. Optimismo antropológico o wishful thinking, las cosas no son así. Nunca lo han sido. Pero China asume que así será[14], por lo que más dura será la caída. Hasta el momento (hasta hace tres años), la expansión ha sido fortísima: empresas chinas construyendo infraestructuras en África, trazado de rutas comerciales a la manera de Marco Polo[15], control de puertos comerciales occidentales[16], apertura de bases militares por el mundo[17]… El antagonista es los EE. UU[18]. El enemigo es Japón[19]. La sombra es India[20]. Los rivales (muy menores) son Corea del Sur[21] y VietNam[22]. El lebensraum es Rusia[23]. El antiguo socio (UE) pierde importancia a pasos agigantados. ¿Qué o quién podría parar a China? China. Como en el Siglo XVII, cuando cayó la otrora floreciente dinastía Ming.
- Actuaciones globales
China está al margen de las irrisorias pretensiones occidentales de limitar el consumo de combustibles tradicionales para generar electricidad, mover máquinas o alimentar la industria que lo requiere. Con extremo buen criterio, sabe que el CO2 antropogénico no tiene ninguna influencia en las variaciones del clima[24]. Por eso, seguirá consumiendo los combustibles que el mercado señale por precio, es decir, buscará la eficiencia[25]. Y no firmará el Acuerdo de Paris (como no sea para incumplirlo) ni hará el seguimiento de lo que la ONU dicte a través de sus terminales, inspiradas por la criminal[26] Agenda 2030.
Y hablando de Naciones Unidas, China mantendrá su estatus en una organización que no le hace cosquillas. Su posición es inmejorable y China seguirá utilizando su derecho de veto cuando y como quiera. Y sin embargo, China ha alcanzado sus límites en cada ámbito del análisis. Ha alcanzado el punto de inflexión. Así que … menos lobos, Caperucita … roja.
[1] China está cerca. En 1967, dirigida por Marco Bellochio, con guión de Marco Bellochio y Elda Tattoli y música de Ennio Morricone, llegó a las pantallas una comedia y sátira política. Corrían los años de la Revolución Cultural, de la Guerra de Vietnam. Estábamos en vísperas de la primavera de Praga, del Mayo del 68. China ejercía una especie de fascinación sangrienta sobre la burguesía occidental, al tiempo que se alejaba de la Unión Soviética. Recuérdese el constante rifirrafe en el Río Ussuri y el acercamiento entre China y los EE. UU., que materializó el presidente Nixon con la llamada “diplomacia del ping pong”.
[2] Y en lo que fue colonia británica, Hong Kong, y en la antigua colonia portuguesa, Macao, y en el Tibet invadido.
[3] Iniciada formalmente en 1979.
[4] “Muy rápidamente” es una manera gráfica de intentar transmitir un cambio veloz para los estándares demográficos.
[5] Podemos denominarlo “efecto estadístico”.
[6] Cada vez se cuestionan más las cifras oficiales. Las variables indirectas indican una actividad económica mucho menor, del orden de un 33% inferior a la publicada.
[7] Que China controla en gran medida y que ha supuesto rupturas no sólo debidas al COVID.
[8] Algo más de 2.000.000, en principio, con su material.
[9] En general, el desempeño de las fuerzas armadas chinas es lamentable (para ellos) desde 1950.
[10] Aunque no se descarta que fuera a finales de 2019, cosa que se ignora por la tradicional opacidad de las autoridades chinas.
[11] Sinopharm y Sinovac.
[12] Hasta la UE, tan obsecuente con China, manifiesta sus dudas: Bruselas recomienda vigilar nuevas variantes y examinar aguas residuales ante la «alarmante» situación en China (europapress.es)
[13] En la actualidad, las protestas por las restricciones a los movimientos de la población (COVID cero, otro fracaso chino) llaman a atención por lo intensas y extendidas que están.
[14] No sólo las autoridades chinas. Muchos analistas del resto del mundo lo asumen sin chistar. Como cuando la URSS iba a superar a los EE. UU., más o menos.
[15] Entre China y Europa, llamado Belt and Road Initiative.
[16] El Pireo, Hamburgo.
[17] Además de Djibuti, donde ya la tiene, la lista es larga: Angola, Camboya, Emiratos Árabes Unidos, Guinea Ecuatorial, Indonesia, Kenia, Myanmar, Pakistán, Seychelles, Singapur, Sri Lanka, Tailandia, Tanzania y Tayikistán. Pagan.
[18] Recuerden a Mao, el poeta: un tigre de papel. Pero los semiconductores pueden hundir a China en la miseria. Y la huida de las multinacionales norteamericanas pondrán el último clavo. Esto es una guerra comercial. Muchos sectores chinos, (desarrollo de la IA, armamento tecnológicamente avanzado, vehículos eléctricos y teléfonos móviles de última generación) se verán obstaculizados. No era Trump; es lo que hay que hacer.
[19] No sólo desde la masacre de Nankín, sino desde hace 1.400 años. De momento, durante el próximo quinquenio, Japón invertirá en Defensa más de 300.000 millones de euros (hasta llegar al 2% del PIB). La desalada reacción de las autoridades chinas revela lo profundo del acierto japonés.
[20] Cuyo crecimiento demográfico y económico es mayor y más consistente que el chino, habiendo superado ampliamente en número de habitantes a China. Empieza a atraer masivamente inversiones deslocalizadas desde China. Y se arma Este es el plan de la Armada india para contener la expansión China en el Índico (larazon.es)
[21] Ya atacada en 1950 y salvada por Naciones Unidas con la sangre de los norteamericanos.
[22] Ya atacado por China entre 1979 y 1984, con grandes pérdidas chinas.
[23] Que puede implosionar de nuevo (la vez anterior era la URSS) y descomponerse.
[24] Tampoco le importaría si las tuviera, ciertamente.
[25] China To Double Coal-Fired Power Plant Capacity…Aims to Avoid European, US Blunders – Watts Up With That?
[26] No es un adjetivo gratuito. Causa muertes.